Tipos de autoestima

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La autoestima es un elemento que siempre estará presente en cada persona. Las variantes que pueden existir dependerán de cómo la persona ha logrado relacionarse con su entorno.

Tipos de autoestima

Dependiendo de los resultados, podremos definir los diferentes tipos de autoestima que pueden estar presentes dentro de una persona. Mientas que una parte logra valorarse a si misma (autoestima alta), otras siempre ven el lado negativo de lo que son como persona (autoestima baja), por lo que siempre buscan la aprobación de los demás para sentir una pequeña diferencia.

Tener un mejor bienestar social, es parte de lo que abarca la autoestima, el cual se va formando en cada persona desde la infancia. Dependiendo de la manera en que nos vayamos desenvolviendo al pasar los años, estaremos desarrollando algunos de los tipos de autoestima que existen.

Si bien tener una autoestima alto sería lo indicado, existen casos en donde su exceso puede traer como consecuencia algunas inestabilidades, como lo sería sentirse superior al resto de las personas. Por otro lado, existen personas que cuentan con una autoestima baja, pero que se mantiene mucho más estable.

Autoestima alta y estable

En materia de bienestar psicológico y emocional, el autoestima alta y estable sería la que debería de estar presente en cada persona para que esta se sienta cómoda con si misma. Aquellas personas que cuentan con una autoestima alta y estable, suelen desenvolverse de una manera abierta. Además de ello, no les importa mucho defender su imagen, ya que están conformes con ella.

Como cualquiera en la sociedad, los puntos de vista suelen variar dependiendo de los ojos de cada persona. Si se posee este tipo de autoestima, podremos dar nuestra opinión sin desestabilizarnos.

Autoestima alta e inestable

Como su nombre lo dice, a pesar de que la persona cuenta con una autoestima alta, esta puede verse afectada de manera drástica. Debido a estos desniveles, la persona buscará cualquier forma de intentar volver a alzar su autoestima, bien sea respondiendo e manera pasiva o agresiva.

A diferencia de la autoestima alta y estable, en la inestable la persona puede llegar a expresar sus propios puntos de vista. Sin embargo, no tendrá la capacidad de escuchar el de los demás. Básicamente, para él su palabra será la que cuente. La lucha por mantener una autoestima alta, es la responsable en crear este tipo de inestabilidad, por lo que tiende a bajar a niveles críticos.

Autoestima baja y estable

Debido al factor de tener una autoestima baja, en la estable el sujeto no se ve afectado por los eventos que le ocurran, aún si estos son malos o buenos.

La autoestima baja y estable causa que el individuo presente constantes indecisiones, además de que le atemoriza la idea de equivocarse, por lo que no suele participar en conversaciones, lo que implica también que no expone su punto de vista, ya que esa persona no cree estar a la altura de los otros.

Por otro lado, este tipo de autoestima también crea depresión por parte de la persona. Como consecuencia, se adquiere una mentalidad pesimista en cualquier evento que suceda. Un ejemplo claro de ello, son los logros personales que el sujeto no reconoce, ya que lo asocia más a la suerte o coincidencia.

Autoestima baja e inestable

A diferencia de la estable, en la autoestima inestable el individuo si se ve afectado drásticamente por cualquier evento externo. Si llega a suceder algún evento exitoso, el nivel de autoestima puede incrementar hasta cierto punto, aunque esto no suele durar mucho tiempo. Una vez que pase todo, volverá a bajar.

El más mínimo evento que le suceda a una persona con autoestima baja e inestable, puede cambiarla de manera detonante, y es por ello que se le atribuye la palabra “Inestable”.

Como las personas con autoestima baja e inestable no se sienten conformes consigo mismas, siempre buscarán la aceptación de las demás personas para poder sentirse bien, lo cual es un gran síntoma de la falta de confianza que se tienen.

Autoestima inflada

Tener una autoestima alta es beneficioso para la salud mental de cualquier persona. Pero cuando esta sobrepasa los límites, el sujeto se puede convertir en toda una máquina de menosprecios. Al sentirse alguien superior o que nunca se equivoca, la persona con autoestima inflada carece de la facultad de poder escuchar las opiniones de los demás. Para él, la suya es la única que cuenta y no puede ser contradicha.

Como nadie es perfecto, es normal que una persona con autoestima inflada se equivoque en algunas tomas de decisiones o puntos de vista. Pero como nunca logran aceptar sus errores, recurren a culpar a otros para evitar caer en la autocrítica.

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