El cáncer es producido cuando las células empiezan a crecer de manera descontrolada, sobrepasando de esta manera el crecimiento de las células normales. Este hecho, ocasiona que el funcionamiento del cuerpo se dificulte.
Cabe destacar que no todos los canceres pueden ser detectados de la misma manera, y es por ello que algunos de ellos representan mayores riesgos, debido a que solo pueden descubrirse cuando han logrado desarrollarse.
Este padecimiento, puede producirse de diversas maneras, debido a que existen diferentes tipos de cáncer que pueden afectar algunas partes de nuestro cuerpo:
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Cáncer de colon y recto
El colon y recto son partes que conforman el intestino grueso. Cuando ingerimos algún alimento, estos se mueven por el estómago y se dirigen al intestino delgado, que posteriormente se traslada hacia el colon.
La finalidad del colon, es la de absorber el agua y los nutrientes de los alimentos, además de almacenar la materia fecal, la cual es transportada desde el colon hacía el recto para ser expulsada de nuestro cuerpo.
Antes de producirse el cáncer colorrectal, empieza un crecimiento llamado pólipo, el cual se forma en la pared interna del colon o recto. A medida que pasa el tiempo, estos pólipos se vuelven cancerosos.
Una gran parte de los canceres colorrectales que se producen, empiezan en las células encargadas de producir moco y otros líquidos. Por lo general, también empieza como un crecimiento llamado pólipo, el cual se forma en la pared interna del colón o recto. A medida que pasa el tiempo, dichos pólipos se tornan cancerosos.
La manera de prevenir este tipo de cáncer, es localizando y eliminando los pólipos cuando apenas se están formando.
Cáncer de útero
El útero se conoce mayormente por ser el órgano muscular en donde crece el feto. Cuando se produce el cáncer, puede ser en diversas partes. Una gran parte de los canceres que se producen en el útero, tienen sus inicios en el endometrio, que es el revestimiento interno del útero. Por esta razón, también se le conoce como cáncer endometrio.
Existen ciertos factores que pueden aumentar los riesgos del cáncer endometrio, como lo sería el caso de enfermedades hereditarios, la ingestión de estrógeno o la obesidad.
Uno de los síntomas más comunes en el candes de útero, es el sangrado vaginal no habitual.
Cáncer de hígado
Nuestro hígado cumple varias funciones dentro del cuerpo: produce bilis, limpia toxinas de la sangre, almacena y libera azúcar y elabora sustancias para coagular la sangre.
En este caso, se pueden definir dos tipos de cáncer de hígado. El primero de ellos recibe el nombre de cáncer de hígado hepatocelular, el cual se produce en el tejido de dicho órgano.
Por otro lado, también existe la posibilidad de que el cáncer empiece en otras partes del cuerpo y se extienda hasta el hígado. A esto se le llama metástasis hepática.
Leucemia
Es un tipo de cáncer de las células sanguínea, que se produce cuando estas son inmaduras y se vuelven cancerosas. La leucemia se da en el mayor caso en las personas mayores a los 55 años, aunque también es un tipo de cáncer común en los niños menores de 15 años.
Linfoma
El sistema linfático forma parte del sistema inmunitario, lo que implica que ayuda al cuerpo a combatir enfermedades o infecciones. Uno de los mayores riesgos del linfoma, es que puede surgir en cualquier parte del cuerpo, debido a que el tejido linfático lo recubre.
Existen dos tipos de linfoma: el de Hodgkin y el de no Hodkin. En el caso del primero, se presentan linfocitos anormales y de gran tamaño en los ganglios linfáticos. Este tipo de cáncer tiene cura.
En cuanto en el linfoma no Hodkin, se forma a partir de las células B. Sin embargo, en otros casos puede hacerlo a partir de las células T.
Melanoma
Este es uno de los tipos de cáncer más comunes que podemos encontrar. La razón por la que se hacen tan frecuentes, es porque tiene que ver con la exposición de nuestra piel ante la luz solar.
El cáncer de piel se origina en la epidermis, que es la capa externa de nuestra piel. Sin embargo, el melanoma puede llegar a extenderse a otras partes de manera rápida.
Por otro lado, también existe un cáncer de piel no melanomatoso, el cual se puede tratar. En este caso, las posibilidades de que se extienda a otras partes de la piel son bastante bajas.
Cáncer de páncreas
En la mayor parte de los casos los cánceres de páncreas normalmente se forman en las células exocrinas. Uno de los factores que dificultan la detección de este cáncer cuando apenas se encuentra en sus primeras etapas, es que los tumores no segregan hormonas, por lo que no causan signos o síntomas en la persona.
Cáncer de próstata
Después del cáncer de piel, el de próstata es uno de los más frecuentes en el hombre, siendo la segunda causa de muerte por cáncer en ellos en especial en aquellos adultos mayores de 65 años.
La próstata se encuentra justo debajo de la vejiga y delante del recto. Su función, es la de elaborar un líquido que forma parte del semen.
La mayoría de los cánceres de próstata empiezan en las células encargadas en liberar moco y otros líquidos. Uno de los factores que hace de este cáncer difícil de detectar, es que no presenta síntomas tempranos.
Cuando el cáncer de próstata se encuentra en una edad avanzada, hace que la persona afectada orine con una mayor frecuencia o tenga un flujo de orina débil.
Cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón puede ser tanto de células pequeñas como no pequeñas, en donde este último suele ser el más común. En el índice de muertes por cáncer, el de pulmón se encuentra en el primer lugar y en el mayor de los casos, es ocasionado por el hábito de fumar. En la mayoría de los casos, los tratamientos que se utilizan en la actualidad no logran curar el cáncer de pulmón.
Cáncer de seno
En los Estados Unidos, es el segundo tipo de cáncer más común en las mujeres. A pesar de que también puede llegar a aparecen en los hombres, los casos son muy pocos.
El cáncer de mama puede empezar en las células de los lobulillos o en otros tejidos de la mama y se origina cuando las células del seno empiezan a crecer de manera descontrolada, formando de esta manera un tumor que puede ser detectado a través de una radiografía. Por otro lado, también se puede palpar una protuberancia.
Se puede decir que el tumor es maligno cuando el crecimiento de las células empieza a penetrar o propagarse en los tejidos circundantes.
