El chocolate es uno de esos alimentos que rara vez no le puede gustar a una persona. Bien sea como postre, aperitivo o para desahogar nuestras penas, este delicioso postre es uno de los más consumidos. Lo mejor de todo, es que los diferentes tipos de chocolates se pueden emplear para preparar deliciosas bebidas, como cubiertas de postres y hasta combinándolos con algunos frutos secos.
Independientemente de su uso, el chocolate no dejará de mantener ese delicioso sabor que a todos les gusta, aunque algunos se caracterizan por tener un sabor amargo. Por cierto, el chocolate se obtiene como resultado de la combinación de cacao o cacao en polvo con azúcar pulverizada. Dependiendo de su uso, consistencia o ingredientes, estos son los tipos de chocolates con los que nos podamos topar:
Contenidos
Chocolate en polvo
Se obtiene mediante la mezcla de cacao en polvo, azúcar y harina. A diferencia de otros tipos de chocolates, este se caracteriza por ser utilizado mayormente en bebidas, por lo que no puede emplearse para la repostería.
Chocolate de cobertura
Su utilización es perfecta para la elaboración de bombones, rellenos y mousse. La razón de ello, se debe a su composición, la cual es de un 55% de cobertura negra y 30% de manteca de cacao.
Chocolate negro superior
El chocolate negro superior cuenta con un gran porcentaje de cacao. A medida que este va aumentando, se va haciendo mucho más amargo, lo cual hará que las cantidades de azucares y grasas que posee sean inferiores. Este tipo de chocolate suele ser el ideal para aquellas personas que no desean ganar tanto peso, pero que de vez en cuando les gusta darse un gusto con este dulce. Este tipo de chocolate se compone por 43% de cacao, mientras que el 26% está hecho de manteca de cacao.
Chocolate amargo
Como se hizo mención en el chocolate negro superior, a mayor cantidad de cacao, el chocolate se vuelve más amargo, y es exactamente lo que ocurre con este tipo. Para obtener ese sabor amargo, la cantidad de cacao tiene que ser por lo menos de un 60%.
Chocolate con leche superior
A boca de algunos expertos en la materia, si se le añade leche al cacao, esto no puede ser considerado como un chocolate. Sin embargo, el chocolate con leche superior tiene todo lo necesario para entrar dentro de esta lista. El chocolate con leche superior contiene un 30% de cacao y otro 16% de leche.
Chocolate con leche
Debido a su composición e ingredientes, el chocolate con leche no se puede utilizar para la repostería. Y la razón de ello, se debe a que está compuesto por tan solo un 25% de cacao y 55% de sacarosa. Por otro lado, la materia grasa la aporta el 14% de la leche que va incluida en este chocolate.
Chocolate con avellanas o almendras
Si combinamos algunos frutos secos con el chocolate, obtendremos increíbles resultados. De hecho, existen varios productos derivados del chocolate que incorporan dichos ingredientes, y son altamente populares. El chocolate con avellanas se compone de un 20% de frutos secos, leche entera (también se puede utilizar en polvo), manteca de cacao, pasta de cacao, azúcar, lecitina de soja, aromas y lactosa.
Lo que hace que este delicioso dulce entre en la categoría de chocolate, pese a todos los demás ingredientes que posee, es el 32% de cacao que se utiliza, cantidad suficiente para hacer que no pierda el sabor a chocolate. Al ser más un dulce que puede ser consumido de manera directa, el chocolate con avellanas o almendras no es apto para la repostería.
Chocolate blanco
Es uno de los chocolates que más se distingue del resto. La razón, se debe a que no cuenta con el clásico color marrón, propiedad por la que carece debido a la falta de cacao, a pesar de que lleva un 20% de manteca de cacao. Por otro lado, en la composición del chocolate blanco también podemos encontrar un 20% de azúcar y vainilla, además de 14% de leche.
Chocolate fondant
En materia de repostería, el chocolate fondant es utilizado de manera frecuente, ya que se emplea para dar un delicioso baño exterior a pasteles, tartas y bombones. Este chocolate está compuesto por un 40% de pasta de cacao y otro porcentaje igual de manteca de cacao.
La conservación del chocolate es importante para mantenerlo intacto
Una de las características que posee el chocolate, es que su consistencia puede cambiar de manera drástica dependiendo de las temperaturas. Si los metemos a la nevera, para conservarlos, obtendremos como consecuentica un chocolate de consistencia dura, lo cual lo haría inutilizable para la repostería, aunque se puede derretir nuevamente si es expuesto a las temperaturas ambientales o calientes.
La mejor manera de conservar el chocolate en su estado original, es la de mantenerlos a temperaturas neutras, para que así no se generen importantes cambios en las consistencias.