El cuerpo humano es una compleja máquina natural con cientos de miles de componentes complejos. Algunos son comunes o diferentes, por ello, para facilitar su estudio se decidió agruparlos en sistemas. Este es una selección de órganos que se agrupan por los tejidos comunes que tengan entre ellos. Así pues, algunos ejemplos de sistemas del cuerpo podrían ser el circulatorio, endocrino, esquelético e inmunitario.
Sistema circulatorio
El sistema circulatorio es uno de los ejemplos de sistemas del cuerpo más utilizados porque es de los principales y más importantes. Este se encarga de distribuir la sangre a todo el cuerpo previamente oxigenada por los pulmones para mantener saludables los órganos internos. La sangre en este caso tiene un papel sumamente importante, por lo que una falla en lo que sería la bomba natural, el corazón, traería consigo daños a la salud.
El sistema circulatorio es uno de los más extensos del cuerpo, ya que se extiende a través de las arterias, las venas y los vasos capilares. De entre todas estas, las arterias carótida y femoral funcionan como vías principales de distribución de la sangre. Por otra parte, las venas pulmonar, mesentérica superior y las venas yugulares son de vital importancia, por lo que son muy delicadas a la hora de una herida.
Sistema endocrino
El sistema endocrino es un poco más complejo, por lo que se usa como uno de los ejemplos de sistemas del cuerpo humano un poco complicados de estudiar. Este se encarga de segregar hormonas en el torrente sanguíneo a través de una serie de órganos y tejidos. El sentido de él es regular el funcionamiento de varias cosas del cuerpo, entre las que se encuentran el estado de ánimo, como reaccionante ante estímulos y demás.
Entre sus principales componentes podemos destacar las glándulas. Estas a su vez se dividen en dos, las exocrinas y las endocrinas. También es importante para el funcionamiento del sistema endocrino las hormonas. Así como las glándulas, hay tipos diferentes con funciones específicas. Entre ellas podemos destacar las estimulantes para activar el tejido, inhibidoras que disminuyen la actividad del tejido y las antagonistas.
Sistema esquelético
Otro de los ejemplos de sistemas del cuerpo humano más comunes de tratar, es el esquelético. Como su nombre lo indica, este se compone principalmente de huesos, los cuales pueden representar hasta una quinta parte del peso del cuerpo. Además, los cartílagos, ligamentos y articulaciones lo complementan para darle rigidez estructural. En total, un adulto cuenta con 206 huesos perfectamente formados.
La función del sistema esquelético es darle rigidez estructural al cuerpo humano. Asimismo, algunos de sus componentes, como el cráneo y las costillas, protegen órganos internos de posibles daños. El lugar en donde más se encuentran es en las manos y pies, teniendo en total unos 106 huesos. Vale la pena mencionar que un recién nacido tiene alrededor de 300 huesos, y a medida que pasa el tiempo se unen hasta formar los 206.
Sistema inmunitario
El sistema inmunológico, si bien no es uno de los más conocidos por el público general, es de suma importancia a la hora de limpiar y mantener en buen estado el organismo. Este es una barrera principal ante las infecciones, baterías y virus que rondan en los ambientes que solemos visitar y tocar. Un sistema inmunitario deficiente puede permitir la entrada de agentes nocivos para el cuerpo, los cuales pueden enfermarlo de manera grave.
De este modo, cuando una amenaza ingresa, este sistema se encarga de atacarlo hasta destruirlo o minimizar su posible daño. Sus partes principales son unos órganos comúnmente llamados linfoides, los cuales liberan linfocitos. Estos serían como los anticuerpos que atacan la zona afectada para mejorar el estado de salud del cuerpo. Así mismo, las adenoides, los vasos sanguíneos y las amígdalas son muy importantes.