La palabra fósil es un término bastante conocido actualmente, y es que se nombran en distintas películas, series y series animadas, en donde se les muestra a los más pequeños de la casa, cómo y de dónde provienen estos fósiles. Para explicarlo de un modo conciso y breve, los fósiles no son más que todos los restos de plantas o animales que hayan muerto hace mucho tiempo y que no hayan podido pasar por el proceso de putrefacción por el que se supone que deben pasar.
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Tipos de fósiles
Esto deja como resultado, ya luego de muchos años, la formación de los fósiles, gracias a que los restos pasan a formar parte de la corteza de la tierra y van amoldando su forma a la misma. Los restos fósiles son las marcas que quedan en la tierra, y las mismas cuentan con todos los detalles de aquellos animales o plantas que allí hayan caído muertos.
Los fósiles no son algo que exista desde hace sólo un par de años, sino que los mismos ya tienen muchas décadas siendo descubiertos por expertos. Gracias a los fósiles, es que se les ha podido dar nombre a los distintos dinosaurios que han existido en eras anteriores. Miles de restos de estos reptiles han sido descubiertos en distintos tamaños y zonas del mundo y están guardados en museos. Gracias a que cada fósil cuenta con características propias, existen distintos tipos de fósiles que a continuación les presentamos:
Fósiles guía
La distribución gráfica de estos fósiles es muy amplía, ya que estamos hablando de los fósiles que existen gracias a organismos que hayan sido extinguidos en algún momento. Además, se caracterizan por encontrarse en cantidades elevadas.
Subfósiles
Estos fósiles son muy peculiares, y es que los mismos se caracterizan principalmente ya que los organismos se hayan extinguido hace más de once mil años.
Fósiles problemáticos
Estos fósiles existen y se caracterizan sólo porque no existe forma de comprobar el origen exacto de los organismos que los hayan formado.
Pseudofósiles
Estos fósiles son particulares ya que poseen una apariencia orgánica cuando el material que lo haya creado, es inorgánico.
Fósiles químicos
Estos fósiles son, así como su nombre lo indica, de origen químico. Es decir, y específicamente hablando, provienen de los restos de petróleo o sedimento y son aquellos que permiten a los investigadores el hecho de poder determinar la presencia de otros organismos o bien, de reconstruir el escenario en el cual se haya formado el fósil.
Fósiles vivientes
Estos fósiles también son muy particulares, ya que los mismos son aquellos que tienen que ver con los organismos que no tienen demasiado tiempo de muertos, sino que son actuales, y se caracterizan ya que a lo largo del tiempo, estas especies han sufrido modificaciones externas de tipo morfológicas.
Fósiles petrificados
Dentro de los tipos de fósiles que hemos visto, estos son muy curiosos ya que parten de las partes blandas o duras de cualquier organismo, formando entonces una copia exacta gracias a que estas partes se mineralizan y la copia se forma en una piedra.
Fósiles gelificados
Estos tipos de fósiles no son muy conocidos, pero sí muy apreciados, y es que los mismos son aquellos que se producen gracias a la incrustación de los organismos en el hielo, lo cual no permite que sufran alteraciones de ningún tipo y logran pertenecer a esas temperaturas sin ningún problema.
Fósiles compresor
Estos fósiles suelen ser muy vistos en lo que va de siglo, y son aquellos que surgen de debajo de la tierra tras haber sido dejados en superficies suaves para luego ser cubiertos por una capa de sedimento que los haya dejado fuera de la vista humana.
Fósiles incluidos
Estos tipos de fósiles son aquellos que surgen debido a que el organismo que haya sido encontrado, haya sido atrapado por distintas sustancias, como el ámbar.
Fósiles impresos
Y por últimos, tenemos los tipos de fósiles impresos, los cuales son aquellos que se forman gracias a que distintos organismos hayan quedado atrapados en el fango y su forma se haya quedado adherida al mismo y luego se hubo endurecida.