Lo que actualmente se conoce como gas, no es más que aquella sustancia que se encuentra en un estado de agregación de la materia. Dicho de otro modo, son sustancias que cuentan con distintas moléculas que interactúan entre ellas mismas de forma muy débil, lo cual permite que se adapten a cualquier envase que las contenga. Estas sustancias tienen la costumbre de expandirse debido a su alto grado de energía cinética.
Otra de las características de estas sustancias extrañas y expandidas, es que al contar con distintos y grandes espacios vacíos entre todas las moléculas que la componen, cuentan con una capacidad muy alta para comprimirse. Esta es la razón por la cual se amoldan de forma perfecta en el recipiente que las contengan, adoptando una forma general idéntica a este.
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Tipos de gases
A pesar de que son sustancias que utiliza el hombre para mezclarlas, la verdad es que los gases se encuentran en toda la naturaleza, y estos se clasifican según diferentes características que permiten la diferenciación entre cada una de ellas. Es por esto que existen distintos tipos de gases de los cuales aquí les hablaremos.
Gas nobles o inertes
Dentro de estos gases, se encuentran el Helio (He), el Neón (Ne) y el Xenón (Xe), y son aquellos que cuentan con una reactividad reducida. Estos poseen características resaltantes y similares, así como el hecho de que no cuentan con color y son inodoros. Además, en situaciones normales, son totalmente monoatómicos.
Gas combustibles
Estos gases son peligrosos si no se manipulan de forma correcta, y es que como su nombre lo indica, estos gases son totalmente combustibles. Esto quiere decir que producen energía muy rápido cuando se encuentran en presencia del oxígeno. Un ejemplo claro de estos gases, son el Helio 3 y el gas natural. Cuando entras en contacto con el fuego, incluso sin que sea mucha la cantidad, pueden ocasionar un incendio. Es por esto que siempre se encuentran en contenedores especiales que mantienen estas sustancias a una temperatura adecuada para evitar cualquier accidente.
Gas corrosivos
Estos gases también son peligrosos y completamente nocivos para la salud, y es que estas sustancias son aquellas que al entrar en contacto con cualquier corrosivo, acarrean efectos corrosivos que pueden variar dependiendo de la combinación. Un ejemplo claro y común de esto, es el oxígeno al entrar en contacto con el hierro: el primero corroe al segundo.
Gas tóxicos
Por otro lado, y sacando los dos tipos de gases anteriores, existen otros gases que son peligrosos para la salud, alcanzando a desintegrar órganos de forma muy rápida. Estos son aquellos que cuentan con un alto nivel de veneno y al ser respirados, destrozan el organismo. Además, también suelen contar con un nivel elevado de corrosión, lo cual genera un efecto similar que los gases corrosivos. Estos gases son muy particulares, ya que los mismos son letales y suelen ser utilizados en guerras. Además, por otro lado, estos gases se prestan para ser moldeados por el hombre al tratarse de aquellos que se encuentran en la naturaleza, lo cual facilita su obtención.
Gas oxidantes
El oxígeno es un gas oxidante. Por lo general, son sustancias que cuentan con una temperatura neutra, es decir, ni alta, ni baja, y siempre en forma de gas.
Gas licuados
Dentro de los tipos de gases que hemos visto, estos son aquellos que, mediante un proceso de licuado, pasan al estado líquido. Esto se debe a que el proceso consiste en someter la sustancia a una baja de temperatura y un alta de presión. Esto da como resultado que todas las moléculas se condensen y el estado gaseoso deje de existir.
Gas criogénicos
Estos gases también se someten al proceso de licuado del que hablamos arriba, sólo que este se trata con temperaturas extremadamente bajas a una alta velocidad.
De esta forma, las sustancias líquidas pasan a un estado gaseoso. Son gases peligrosos y nocivos, por lo que deben ser manejados con mucha precaución.
