Tipos de huesos

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Hasta los momentos, se sabe que existen un total de 5 tipos de huesos en el cuerpo humano. Se trata de los huesos largos, los huesos cortos, los huesos planos, los huesos irregulares y los huesos sesamoideos.

Tipos de huesos

Aquí esbozaremos los diferentes tipos de huesos en el cuerpo humano y explicamos dónde se encuentran.

Huesos largos

Los huesos largos comprenden algunos de los huesos más largos del cuerpo, como el fémur, el húmero y la tibia; pero también son algunos de los más pequeños, incluidos los metacarpianos, metatarsianos y falanges.

Este tipo de huesos tiene una proporción más larga que ancha, con placas de crecimiento (epífisis) en cada extremo, que tiene una superficie externa dura de hueso compacto y un interior esponjoso conocido un hueso esponjoso que contiene médula ósea. Sin embargo, estos huesos manifiestan menos médula y hueso esponjoso que algunos otros tipos.  Ambos extremos del hueso están cubiertos de cartílago hialino para ayudar a proteger el hueso y ayudar a la absorción de choque.

La característica primaria que diferencia los huesos largos de otros tipos de huesos es que los huesos largos tienen un eje que resulta mucho más largo que ancho. Este eje se llama diáfisis. La mayoría de los huesos de las extremidades superiores e inferiores se clasifican como huesos largos, con la excepción de los huesos en la muñeca, el tobillo y la rótula en la rodilla.

Huesos cortos

Los huesos cortos se definen por el hecho de ser aproximadamente tan anchos como largos y tienen la función primaria de proporcionar apoyo y estabilidad con poco movimiento. Algunos ejemplos de huesos cortos son los carpales y los tarso – la muñeca y los huesos de los pies. Consisten solamente en una fina capa de hueso compacto y duro con hueso esponjoso en el interior; junto con cantidades relativamente grandes de médula ósea.

Los huesos cortos tienen una forma similar a un cubo. Ejemplos de huesos cortos incluyen los huesos en la muñeca y el tobillo. Los huesos cortos no son tan sólidos como los huesos largos porque tienen menos hueso compacto y hueso más esponjosos; haciéndolos más susceptibles a la compresión e incluso más fáciles de romperse.

Huesos planos

Los huesos planos son, como su nombre lo sugiere, placas fuertes y planas de hueso con la función principal de proporcionar protección a los órganos vitales y ser una base para el apego muscular. El ejemplo clásico de un hueso plano es la escápula (omóplato), el esternón (hueso del pecho), el cráneo, el coxae (hueso de la cadera). La pelvis y las costillas también se clasifican como huesos planos.

Las superficies anterior y posterior están formadas de hueso compacto para proporcionar resistencia y protección al centro del hueso, que consta de hueso esponjoso y cantidades variables de médula ósea. En los adultos, el mayor número de glóbulos rojos se forman precisamente en los huesos planos.

El propósito principal de los huesos planos es no solo consiste en proteger los órganos del cuerpo, sino en representar un lugar para la inserción del músculo.

Huesos irregulares

Estos son huesos en el cuerpo que no caen en ninguna otra categoría, debido a su forma no uniforme. Los ejemplos más claros de éstos son las vértebras, el sacro y la mandíbula (mandíbula inferior). Se componen principalmente de hueso esponjoso, con una delgada capa externa de hueso compacto.

Los huesos irregulares también se pueden utilizar para unir todas las partes de la columna vertebral juntos. La columna vertebral es el lugar en el cuerpo humano donde se pueden encontrar los huesos más irregulares.

Aun así, tanto la forma, tamaño y composición de los huesos irregulares varía. Algunas clasificaciones varían sobre qué tipos de huesos son, pero los que más se suelen incluir entre los huesos irregulares son las vértebras, el sacro, el coxis, el temporal, el esfenoide, el etmoide, el zigomático, el maxilar, la mandíbula, el palatino, la concha nasal inferior y el hioides.

Huesos Sesamoideos

Los huesos sesamoideos suelen ser huesos cortos o irregulares, particularmente incrustados en un tendón. El ejemplo más obvio de esto es la Patella (rodilla) que se encuentra dentro del tendón de la Patella o del Cuadríceps. Otros huesos sesamoideos son el Pisiforme (el más pequeño de los Carpales) y los dos huesos pequeños en la base del 1er Metatarsiano. Los huesos sesamoideos suelen estar presentes en un tendón donde pasa sobre una articulación que sirve para proteger el mismo.

Los huesos sesamoideos se desarrollan en algunos tendones en lugares donde hay considerable fricción, tensión y estrés físico. Las áreas típicas en las cuales pueden formarse incluyen las palmas de las manos y las plantas de los pies.

La presencia, ubicación y cantidad de huesos sesamoideos varía considerablemente de persona a persona. Inclusive, son tantos los huesos sesamoideos que existen, que la gran mayoría de estos no tienen un nombre.

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