Lo que actualmente lleva el nombre de marcha, o como se le conoce mejor: marcha humana, no es más que aquella forma de locomoción con la que cuentan todos aquellos seres vivos que caminen sobre dos piernas (o en su defecto, patas), y que permiten que el cuerpo se mantenga en equilibrio todo el tiempo. Es decir, esta forma de locomoción es aquella que trabaja en contra de la gravedad, manteniendo el cuerpo en un estado estable.
Si bien es un solo estado locomotor que poseemos los humanos, la verdad es que pueden existir distintos tipos de marcha siempre que una persona haya sufrido de alguna lesión en su sistema nervioso central, dañando así zonas del cerebro que les impide andar de forma común. Es así como se dice entonces que los tipos de marcha que existen han sido diagnosticados tras estudios y pacientes que cuenten con estas patologías.
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Tipos de marcha
La idea de una marcha común en una persona, es mantener los miembros inferiores en orden con el cerebro manteniendo el cuerpo en un estado suave y de equilibrio que les permite llevar el control sobre su cuerpo. Pese a esto, nos parece correcto hablarles de todos los tipos de marcha que existen y se han detectado hoy en día:
Marcha tabética o atáxica
La marcha mejor conocida como atáxica, es aquella que nos muestra un modo de andar de una persona que por lo general ha sufrido de una afección que afecta de forma directa la médula y el cordón posterior, y que por lo general es producida por la sífilis. Por otro lado, también le ocurren a las personas que sufren polineuritis. Este tipo de marcha es aquella que sucede cuando una persona levanta su pierna para avanzar y cuando la deja caer, es el talón el que amortigua la caída.
Suelen asemejar este tipo de marcha con la de los soldados que levantan su pierda de forma exagerada. A pesar de que a veces no se note, es una marcha que sufren muchas personas y que suele caracterizarse debido a que el individuo se observa la marcha para saber en qué posición tiene los miembros. Los movimientos suelen ser exagerados y muy bruscos.
Marcha de ebrio
Este tipo de marcha es muy parecida a la anterior salvo por el hecho de que el equilibrio en este caso es menor, por lo que la persona debe buscar la mejor forma de mantenerse estable, y la única forma de lograrlo, es cerrando los brazos y alejando las piernas, haciendo entonces que su marcha sea en un estilo zigzag similar al modo en el que camina una persona cuando está ebria. El hecho de que el individuo abra las piernas de forma exagerada, quiere decir que busca aumentar su sustento debido a que estando de pie, el cerebeloso del individuo se tambalea de forma anormal.
Además, el paciente suele observar el suelo en todo momento como si estuviese ebrio, como una forma más certera de no caer al suelo. Sin embargo, quienes la padecen tienden a caerse hacia un lado o hacia el frente, y en algunas ocasiones puede que caigan también hacia atrás. Cuando el individuo se cae hacia un lado, generalmente ocurre cuando la lesión cerebral es unilateral y el tambaleo ocurre hacia el mismo lado en el cual se encuentre.
Marcha vestibular
Este tipo de marcha es bastante incómoda, tanto de sufrir como de observar, ya que la persona que la padece se desplaza hacia delante y hacia atrás, y en pocas ocasiones se desvía hacia algún costado. A menudo, este tipo de marcha viene dada debido a una lesión a nivel vestibular y puede venir acompañada de distintos síntomas que se tienen que estudiar en el individuo, como nauseas, vómito y vértigo. Esto ocurre cuando los trastornos vestibulares son agudos y unilaterales.
Lo que sucede con esta marcha es que las terminaciones nerviosas del nervio vestibular, empiezan a transmitir información a los núcleos del vestíbulo de tronco y/o cerebelo y estos los envían a otras zonas, como la médula espinal. Afecta a un número no tan grande de personas pero suele ser tratable para estabilizar los otros síntomas.
Marcha parkinsoniana
Esta clase de marcha es aquella en la cual una persona camina bastante rígido, sin apenas balancearse pero manteniendo el equilibrio gracias a que su cuerpo está encorvado hacia delante. Los brazos suelen estar rígidos en todo momento y la marcha suele ser bastante lenta. Algunas personas, al intentar acelerar la velocidad, suelen sufrir problemas al intentar detenerse o levantarse de algún sitio. Suele conocerse también como marcha apresurada y suele ser muy típica en las personas que sufren ciertos tipos de Parkinson, en donde este síntoma es bastante común.
Las personas que sufren este tipo de marcha, suelen caerse si intentan apresurar sus pasos debido a que no mantienen equilibrio y casi siempre la marcha gira en torno a un punto de gravedad. A pesar de que quienes lo sufren siempre están encorvados hacia delante, pueden contar con una pulsión hacia atrás que hará que sus pasos sean hacia el mismo sentido pero igual de lentos.
Marcha espasmódica
Así como su nombre nos lo indica, este tipo de marcha la suele sufrir personas que sufran cualquier fenómeno espástico o de alguna lesión bilateral. La marcha consiste en que la persona camine con las puntas de los pies, apenas rozando el suelo con todo el mismo. Además, los pasos que se dan en estos casos suelen ser muy cortos y lentos, además de que en algunas personas suele ser muy dificultoso el caminar.
Por otro lado, esta marcha también es muy común en las personas que sufren hemiplejía capsular con contracturas y al no poder plantar el pie completamente en el suelo, al tener alguna extremidad paralizada, el individuo tiende a caminar en círculos buscando apoyo en su pie enfermo. Este tipo de marcha, incluso si no se observa, puede ser diagnosticada debido al ruido característico que transmite el paciente al caminar.
Marcha de los lacunares
Por lo general, este tipo de marcha se basa principalmente en que las personas arrastren por completo sus pies de forma pausada y en pasos muy cortos. Quienes la padecen, deben de sufrir esclerosis cerebral ya que este es uno de los síntomas principales de la enfermedad.
Marcha de parálisis periféricas
Este tipo de marcha consiste en que la persona levante el pie de forma exagerada y al bajarlo y tocar el suelo, haga un sonido certero. Además, las rodillas se flexionan y la pelvis igual, casi al mismo tiempo. Quienes padecen este tipo de marcha, deben sufrir parálisis fláccida o neuritis, ya que esta marcha es una de sus consecuencias principales.
Marcha en tijeras
Esta marcha produce inquietud en quienes la observan, al igual que en quienes la sufren, y es que además de que se genera en niños con diplejía espástica cerebral, suele caracterizarse debido a que las rodillas se tocan mientras que las piernas se cruzan. Por lo general, la marcha consiste en que el individuo mantenga una posición semi-sentado (estando de pie), de modo que sus pies están separados pero sus rodillas se tocan. Entonces, al intentar caminar, una pierna va cruzándose con la otra y las rodillas van rozándose con cada paso. Se forma entonces una “X” al caminar y la ropa tiende a gastarse de forma rápida en la zona de las rodillas debido al constante roce.
Marcha hemipléjica
Y por último, tenemos la marcha hemipléjica, la cual es aquella en la cual una persona cuenta con las piernas paralizadas, o bien, demasiado rígidas, por lo que consiste en que las mismas se muevan de forma circular. Por lo general, esto ocurre gracias a que una persona sufre de contracturas en distintos extensores. Para explicarlo mejor, este tipo de marcha es aquella que ocurre una vez que existe una lesión unilateral en la vía piramidal, y suele ser sinergia extensora.
La extremidad que está lesionada, suele mantenerse extendida durante todo el ciclo de movimiento. El individuo suele caminar de forma pausada y lenta, buscando apoyar la mayor parte del peso de su cuerpo en la extremidad que está sana. Esta marcha suele ser diagnostica a simple vista por cualquier profesional, además de una revisión al historial clínico de sus familiares y de distintos estudios.