Tipos de mezclas

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¿Has oído hablar alguna vez de las mezclas?, este tema suele escucharse en distintas etapas estudiantiles, en materias como física y química, y en donde suele ser muy interesante para cualquier persona. Para explicarlo bien, nosotros vamos a explicarles qué son, cuántos tipos de mezclas existen y cómo separarlas.

¿Qué son las mezclas?

Definiéndolo de forma muy sencilla, una mezcla no es más que aquella combinación de sustancias en donde las mismas se pueden unir sin llegar a perder sus propiedades. Esto quiere decir que a pesar de que ambas sustancias se combinen, no existirá ninguna reacción química. Gracias a esto, se dice entonces que las sustancias pueden pasar por distintas técnicas para separarse.

Tipos de mezclas

Al hablar de distintos tipos de mezclas que parten de sus características, se habla de dos clases de las que a continuación les hablamos:

Mezclas homogéneas

Las mezclas homogéneas, también llamadas como disoluciones, son aquellas en las cuales la mezcla se forma a partir de las moléculas de ambas sustancias. Es decir, por lo general la sustancia que se disuelve (soluto), es aquella que se mantiene en cualquier tipo de estado, y que se dispersa en la otra sustancia, que por lo general se mantiene en estado líquido (disolvente).

Lo que ocurre en este tipo de mezclas es que las partículas del soluto se dispersan en un tamaño muy pequeño, sin llegar a perder su estructura, en lo que respecta al disolvente. Para confirmar esto, suele tomarse una muestra de la mezcla y se observa a gran escala. Por medio de esto se observa que la composición de cualquiera de las sustancias, sigue siendo la misma, por lo que no varía en lo absoluto. El aire es catalogado como una mezcla homogénea.

Mezclas heterogéneas

Y por otro lado, tenemos las mezclas heterogéneas, también conocidas como suspensiones. Estas son aquellas que cuentan con una cantidad de disolvente mayor en comparación con el soluto y cuyas moléculas son tan grandes que pueden observarse a simple vista con el ojo humano. Por lo general, este tipo de mezclas son aquellas que se producen y cuya diferencia se observa, sobretodo al no contar con ningún tipo de reacción química que realmente pueda llegar a unir ambas sustancias. Además, pueden probar con un ejemplo sencillo en tu hogar: combina agua y aceite, incluso en partes iguales, y observa el resultado.

¿Cómo separar las mezclas?

Debido a que las sustancias no se combinan en cuanto a composición química se refiere, existen técnicas física que permiten que se separen, incluso en hogares, y son las siguientes:

  • Tamización: esta técnica es muy conocida, y es aquella que puede ser aplicada en distintas sustancias, específicamente en aquellas cuyos granos suelen ser de distintos tamaños y pueda existir la separación. Por lo general, consiste en que la mezcla sea pasada en distintas ocasiones, por diferentes tamices, hasta que ambas sustancias acaben por separarse.

  • Filtración: de nuevo, esta técnica también es muy conocida actualmente, además de que puede aplicarse a diversas situaciones comunes en hogares. Esta consiste en la separación de líquidos y sólidos no solubles, partiendo de un papel de filtro y un embudo, ubicados de forma estratégica. El papel debe ir arriba y será el que reciba toda la mezcla. Luego, por el embudo caerá la sustancia líquida mientras que la sólida quedará en el papel del filtro.

  • Separación mecánica: esta técnica, a diferencia de las anteriores, es aquella que sólo permite separar sustancias que cuenten con propiedades magnéticas, ya que así como su nombre nos lo indica, se realiza por medio de distintos imanes que van atrayendo las sustancias magnéticas y de este modo acaban siendo separadas de las otras sustancias.

  • Decantación: a pesar de no ser tan conocida como las anteriores, es bastante eficiente y funciona para separar distintos líquidos que no son solubles entre ellos y que cuentan con densidades distintas entre sí. Esta técnica consiste en que el líquido más denso pase por un embudo de decantación, dejando el líquido menos denso en el embudo. Es decir, el primero quedará en un envase aparte.

  • Cristalización y precipitación: esta técnica es bastante curiosa y efectiva, y es aquella por la cual se separa un soluto sólido de un disolvente. Para ello, la mezcla debe ser calentada con el fin de que pueda ser filtrada y cristalizada, de modo que el líquido quedará evaporado y el sólido quedará en forma de cristales.

  • Destilación: por último, tenemos la técnica de destilación, la cual es aquella que permite la separación de distintos líquidos solubles entre ellos mismos. A pesar de que suena difícil, puede realizarse sin problemas siempre que la mezcla se hierva a diferentes temperaturas. Luego, el vapor de cada sustancia debe ser tomada por un tubo para después pasarlo a estado líquido de nuevo y así recuperar ambas sustancias.

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