Todos los seres vivos cuentan con un cerebro que está compuesto de diversas masas, venas, neuronas y muchas cosas más, que permiten que todo unido forme una gran masa que nos permite pensar y vivir. Hablando específicamente de los seres humanos, nosotros contamos con un cerebro de tamaño común, compuesto por diversas venas, músculos, un sistema nervioso constituido de diversas cosas más y que todo esto, completamente unido, permiten el funcionamiento correcto de nuestro cuerpo.
Hoy en día, se conoce que actualmente existe una gran diversidad de enfermedades mentales, físico-motoras y físico-mentales, cuyo problema radica directamente en nuestro cerebro. Por otro lado, existen también enfermedades de degeneración de células, llamadas neuronas, y que acaban con nuestros recuerdos.
Las neuronas, para darles una definición simple pero entendible, son aquellas células que forman gran parte de nuestro sistema nervioso central. Suelen caracterizarse debido a su gran número de existencia y a que cuentan con una membrana plasmática que suele excitarse cada cierto momento de modo que permite que estas células, tan importantes y necesarias para nuestra vida, reciban los estímulos correctos y permitan el impulso nervioso entre ellas mismas. De este modo, una vez que las neuronas funcionen como es debido, no deberá existir ningún tipo de problema a nivel neurológico.
Sin embargo, como decíamos con anterioridad, existen enfermedades que surgen gracias a que las neuronas no funcionan como es debido, bien sea porque se están muriendo y no se reproducen, o porque se reproducen de forma lenta, o porque existe cualquier tipo de problema que influya con la regeneración de estas células. Una vez que estas cosas ocurren, comienzan aquellas enfermedades neurológicas que afectan nuestra memoria de forma directa, o bien, nuestro sistema nervioso central, lo cual trae como consecuencia una serie de patologías y enfermedades que afectan la vida de las personas de forma permanente, en la mayoría de los casos.
El Alzheimer es una enfermedad causada por la degeneración de las neuronas de la memoria y suele ser bastante común en personas mayores. A pesar de que normalmente estas células se regeneran, cuando ocurre que las neuronas se van degenerando, las mismas no vuelven a regenerarse, lo que da como resultado la pérdida de memoria, parcial o completa. Esta enfermedad no es la única en donde se ve afectada la memoria debido a la muerte de las neuronas, sino también la demencia senil y la memoria degenerativa. Todas similares, unas peores que otras.
Como pueden notar, existen distintos tipos de neuronas en donde cada una de ellos cuenta con sus propias características y se clasifican de dos formas: según el número de prolongaciones con las que cuenten, y según la función que deben cumplir. A continuación les hablamos de esta clasificación y de los tipos de neuronas que engloban:
Contenidos
Tipos de neuronas según el número de prolongaciones con las que cuentan
Neuronas unipolares
Estas neuronas son aquella que poseen dos prolongaciones y sólo una proyección. De estas es que se ramifican las primeras. Por lo general, mientras la rama central que posee funciona como axón, la rama periférica cumple con la función de recibir las señales. Estas neuronas no son tan comunes, pero sí excéntricas y por lo general se encuentran dentro de los ganglios espinales.
Neuronas bipolares
Por otro lado, y así como su nombre nos lo indica, estas son aquellas que cuentan dos con prolongaciones. Una de estas es la que funciona de maravilla como la dendrita, es decir, recibiendo las señales; y la otra es la que sirve de axón. Estas son más comunes que las unipolares y son aquellas que conseguimos en la retina mayormente.
Multipolares
Por último dentro de esta clasificación, tenemos aquellas neuronas que cuentan con distintas dendritas, pero sólo un axón. Estas son de las más conocidas en comparación con las anteriores y son las que se encuentran en el asta ventral de cualquier médula espinal.
Tipos de neuronas según su función
Neuronas sensitivas
Estas son aquellas neuronas que cuentan con la función de enviar los distintos impulsos que van desde la periferia hasta el sistema nervioso central. Son conocidas también como aferentes y algunas de ellas son las que conducen los diversos estímulos como el tacto, la presión, el dolor y la temperatura, mientras que otras son las que envían todos esos estímulos que son enviados desde zonas como las glándulas. Se dice que son aquellas que, así como nos indica su nombre, nos mantienen sensibles a cualquier tipo de sensación como las anteriormente descritas.
Neuronas motoras
Por otro lado, tenemos las neuronas motoras, mejor conocidas como eferentes, las cuales cumplen con la función de enviar al sistema nervioso central, todos esos impulsos que al final llegarán hasta las células efectoras de nuestro organismo. Dentro de estas neuronas también existen dos tipos de neuronas, catalogadas como somáticas y viscerales, en donde las primeras son aquellas que se encargan de mandar los impulsos al músculo del esqueleto, y las segundas son las que envían estos impulsos a las glándulas y al músculo liso. Cabe destacar que estos impulsos son involuntarios y que permiten que nuestra parte motora funcione como debe ser. Es decir, gracias al trabajo de estas neuronas, es que nuestro cuerpo puede moverse con naturalidad.
Interneuronas
Y por último, tenemos las interneuronas. Estas son aquellas que más existen dentro de nuestro organismo, en donde la gran mayoría pertenece a esta clasificación y a este tipo. Estas son aquellas que cumplen con la función de conectar todas las neuronas anteriores, entre sí. Es decir, funcionan como conectores de neuronas. Sin estas, el trabajo de las demás no sería posible.