Cuando se quiere lograr un fin, el ser humano realiza una serie de acciones que lo conducirán hacia el éxito. A esto último se le conoce como objetivo; en sí, los objetivos están presentes en la mayoría de las cosas que se realizan; desde aprobar una materia en un examen, perder de peso en 1 año, graduarse en 5 años o incluso mejorar el aspecto corporal en sólo 2 semanas.
Sea cual sea el objetivo, este estará compuesto por un conjunto de acciones, puesto que estas serán el medio para llegar al fin. Por lo general, las acciones depende mucho de lo que se quiera lograr. Por ejemplo, para una persona que quiere bajar de peso en un año (el objetivo), debe plantearse realizar una rutina de actividad física que lo ayude a reducir la grasa y optar por una alimentación orgánica, y esto último vienen siendo las acciones.
En conclusión: para lograr un objetivo es necesario crear un plan de acción y, por supuesto, llevarlo a cabo. Por otro lado, los objetivos se caracterizan por tener una fecha de caducidad.
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¿Los objetivos tienen fecha límite?
Y la respuesta es sí. Al momento de plantear un objetivo, lo primero que hay que tener en cuenta es cuánto tiempo se llevará desde el presenta hasta el día en que estará finalizado. Este tiempo siempre estará sujeto al tipo de objetivo; si este es sencillo, más adecuado a la vida diaria y personal de una persona, es probable que los tiempos se manejan en días, semanas y meses; en cambio, cuando se trabaja con objetivos empresariales (o de gran magnitud), el tiempo que se suele manejar es en semanas y años.
Es por esta razón que se dice (y afirma) que los objetivos son cuantificables, necesitan de una variable temporal que permita planificar el conjunto de pasos o acciones que se deben llevar a cabo hasta llegar a la meta.
Por suerte, los objetivos pueden ser de muchos tipos. Es por esto que existen varios tipos de objetivos que, según su tipo, pueden aplicar a una u otra situación.
Tipos de objetivos
Objetivos según un período de tiempo
- Objetivos a largo plazo
Como se mencionó anteriormente, los objetivos son cuantificables, y en el caso de los objetivos a largo plazo se trata de un fin de gran escala, donde es necesario manejar una variable temporal que sea mayor a días. Este tipo de objetivos suelen ser utilizados por personas o empresas, puesto que les permite manejar una gran cantidad de acciones en un tiempo real y justificado.
Por ejemplo, para una empresa que está planeando sacar un nuevo producto al mercado, se puede plantear como objetivo hacer un estudio de mercado para ver la respuesta de medio ante lo que está ofreciendo. Para ello, la empresa define el objetivo y luego establece las acciones y el tiempo; por supuesto, las acciones siempre estarán sujetas al tiempo, puesto que si este es muy corto y las acciones son muchas, es probable que existan retraso en el proyecto y estas no se puedan ejecutar de la mejor forma.
- Objetivos a mediano plazo
Como su propio nombre lo indica, los objetivos a mediano plazo son aquellos que se llevan a cabo en un período de tiempo relativamente corto, pero sin llegar a trabajar con variables temporales de horas. De hecho, en el ámbito empresarial, los objetivos a mediano plazo suelen tener un límite de tres años como máximo.
Este tipo de objetivo suele ser utilizado en ocasiones para colocar objetivos dentro de un objetivo a largo plazo; con el fin de garantizar o hacer una evaluación previa al objetivo mayor.
- Objetivos a corto plazo
Los objetivos a corto plazo son, valga la redundancia, objetivos que se llevan a cabo en un período de tiempo corto. Este período de tiempo siempre varía de la persona o entidad, pero tienen el mismo fin: lograr un objetivo en cuestión de días. En un empresa, por ejemplo, son utilizados estos objetivos para evaluar el desempeño individual de los empleados, de modo que se establezca ciertas acciones que ellos deben seguir y realizar en el período de tiempo hasta culminar.
Un ejemplo cotidiano podría ser: beber dos litros de agua al día; la persona deberá establecer un plan para beber un vaso de agua antes y después de cada bebida, midiendo las porciones, para que cuando llegue el final del día (el fin del objetivo), haya bebido los 2 litros de agua.
En el ámbito empresarial se suelen dividir los tres objetivos básicos en 2 más, los cuales servirán para identificar los objetivos de mayor importancia dentro de una entidad. Estos son:
Objetivos según el orden de prioridad
- Objetivos primarios
Los objetivos primarios son el fin mayor; suele ser un objetivo general, es decir, que engloba a otros objetivos (principalmente secundarios) que irán desarrollando, paso a paso, de forma específica, todo lo que conlleva el fin principal.
- Objetivos secundarios
Los objetivos secundarios son aquellos que crean una base para los objetivos primarios.
