Tipos de palancas

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Una palanca es una máquina simple que es bastante funcional en nuestra vida diaria, incluyendo dentro de esto cualquier tipo de palanca que puedas estarte imaginando. Las palancas, de forma general, son máquinas que permiten transmitir cierta velocidad de un objeto, además de su desplazamiento, siempre y cuando se le aplique fuerza bruta, denominada como potencia. Siempre que existe una potencia, por otro lado existe una resistencia, por lo que a través de esta fuerza bruta se deberá vencer la fuerza mayor.

Como decíamos con anterioridad, es un tipo de máquina bastante común en nuestro día a día, y con un alto índice de probabilidad, estamos hablando de una de las máquinas simples más antiguas de todas, en donde los individuos han hecho uso de ellas desde siglos anteriores, incluso en materiales que ni siquiera te imaginas.

¿Cómo se componen las palancas?

Las palancas cuentan con un tipo de funcionamiento bastante sencillo, y una composición aún más simple.

Se compone de una barra rígida que puede ser hecha de varias maneras, como por un palo, una barra metálica o cualquier otro tipo de material que se considere resistente. Esta debe realizar un giro de forma libre en lo que se va a catalogar como un punto de apoyo. El punto de apoyo es mejor conocido como el fulcro, y es lo que facilita cualquier tipo de elevación, incluso si la carga es demasiado pesada.

La idea de estas máquinas simples es el hecho de que nos permiten desplazar objetos con mucha facilidad y sin necesidad de hacer tanto esfuerzo. Por otro lado, también nos permiten cortar y prensar cualquier objeto con facilidad, y sin ningún problema.

Otro componente crucial para estos instrumentos, es la carga. Esta representa el peso que se debe vencer con la palanca. Y por último, tenemos el esfuerzo. Esta es la fuerza que debe ser aplicada para que la palanca funcione.

Todos estos componentes, funcionando juntos, componen todas las partes que deben formar la palanca. En lo que respecta a la distancia que existe en la palanca y al esfuerzo que debe ser aplicado para que la misma funcione, ambos elementos están relacionados entre sí. Si la distancia va en aumento sobre el esfuerzo que se está aplicando, el nivel de esfuerzo que se requiere para desplazar el objeto, disminuye radicalmente.

En lo que respecta a nuestra actualidad, existe una gran diversidad de palancas, tanto simples como múltiples, en situaciones tan comunes que incluso te sorprenderías. Al accionar un interruptor de luz, automáticamente se está accionando una palanca, así como el encender un auto, también. Por otro lado, una tijera es considerada una palanca, siendo además un objeto común en nuestra vida diaria.

¿Cuántos tipos de palancas existen?

Al ser mecanismos tan variables, los mismos se dividen en varios tipos, en donde cada uno de estos cuenta con sus propias características y especificaciones.

A continuación les hablamos de todos los tipos de palancas que existen:

Palancas de primer grado

También conocidas como palancas de primer tipo, estas son aquellas en donde el punto de apoyo se encuentra establecido entre la potencia y la resistencia, específicamente. Una balanza es un tipo de palanca de primer grado, así como un sube y baja de esos que conseguimos en cualquier parque, y son ejemplos claros de lo que constituyen estas máquinas simples.

Basándonos en estos dos ejemplos, decimos que para que una de estas palancas funcione, se requiere que un objeto logre elevar el otro extremo, en donde también debe existir una fuerza menor para que la misma ceda. Sin embargo, si el punto de apoyo se mueve hacia el peso que se está intentando desplazar, entonces la distancia que se tiene que recorrer aumenta de forma drástica, pero la fuerza que se necesita para elevar el extremo opuesto, disminuiría.

Por lo general, este es el tipo de palanca que cuenta con un sistema que podemos observar en diversas situaciones, como cuando utilizamos una pala. En sí, la palanca es la pala, y la carga es aquello que se va a colocar en un extremo de la pala para desplazarlo. El punto de apoyo en el lugar en el cual se va a apoyar la pala y la fuerza a aplicar es la humana, al intentar elevar la carga.

Palancas de segundo grado

También conocidas como las palancas de segundo tipo, estas son aquellas en donde la resistencia se encuentra situada entre el punto de apoyo y la potencia. Estas palancas se caracterizan porque en ellas la fuerza que se debe aplicar, se mantiene alejada del lugar en donde se mantiene el punto de apoyo, y más cerca de la carga, por lo que esta última se va desplazando menos que la fuerza que se está aplicando. Sin embargo, a pesar de que la fuerza no es tan grande al aplicarse, la distancia a mantener es muy alta, lo cual genera cansancio.

Lo que son las carretillas y los abrelatas son palancas de segundo.

Tijeras metálicas

De forma general, ya habíamos comentando que las tijeras forman una palanca común. Pues ahora hablamos específicamente sobre ellas, las cuales son unas palancas especiales que se caracterizan por contar con un punto de apoyo en la unión que mantienen la tijera unida. Son magnificas y funcionan para cortar objetos de forma fácil con cierta fuerza aplicada.

Palancas de tercer grado

También conocidas como palancas de tercer género, estas son aquellas en donde la potencia se mantiene entre la resistencia y el punto de apoyo, y cuentan con movimientos rotatorios en ellas, siempre que se les utilice. Aunque parezca extraño, todas las personas cuentan con una palanca de tercer grado: los brazos. Cuando queremos elevar algo, nuestro brazo sirve como palanca. Esto se debe gracias a los codos que reciben la fuerza de los músculos flexores, y al antebrazo, quienes reciben la resistencia.

Otro ejemplo de este tipo de palanca, es cuando queremos utilizar una engrapadora, ya que en este caso se aplica cierta fuerza en un grado superior a la resistencia que nos está brindando la máquina de engrapar.

Palancas múltiples

Y por último, tenemos las palancas múltiples, las cuales son un conjunto de diferentes herramientas que se componen de dos o más palancas que van actuando juntas para alcanzar una meta en común. Es decir, estas palancas se componen de otras palancas más que deben actuar de forma continua para poder alcanzar una tarea específica.

Para seguir con los ejemplos de palancas comunes, en este caso tenemos lo que es un simple cortaúñas, el cual se compone de dos palancas en las cuales se debe aplicar fuerza para realizar el corte correspondiente. La idea de este tipo de palancas, es el hecho de que son complejos y mantienen interacción con otros mecanismos para que diversas tareas sean concretadas.

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