Tipos de poleas

Lo que se conoce actualmente como una polea, no es más que una máquina catalogada como simple. Dicho de otro modo, y para explicarlo mejor, decimos que es un dispositivo mecánico de tracción que funciona muy bien para transmitir fuerza a través de un proceso común que funciona de maravilla en cualquiera de sus versiones.

Este tipo de máquina, tan utilizada de forma común en nuestra vida diaria, consiste en una rueda que cuenta con un canal en toda su periferia. A través de este debe pasar una cuerda que va girando sobre un mismo eje central. Por otro lado, es una máquina que a medida que vaya formando conjuntos, que pueden ser aparejos o polipastos, funciona para ir reduciendo la magnitud de la fuerza que se necesita para mover cualquier peso.

Por lo general, la rueda que compone esta máquina suele ser maciza y acanalada en todo su borde, y que gracias a que cuenta con el curso de la cuerda o del cable que va pasando a través del canal que se forma, llamada de forma común como la garganta, se utiliza como un elemento cable de transmisión que cambia la dirección del movimiento que ejecute la máquina.

Esta máquina tan común, representa un punto de apoyo de una cuerda que, mientras vaya moviéndose, comienza a arrollarse sobre su mismo eje, sin llegar a dar toda una vuelta compleja. En sí, va actuando con sus dos extremos, en uno aplica resistencia y en otro se aplica la potencia.

¿Cuáles son las partes de una polea?

La polea, como toda máquina, está compuesta de diversas partes que, juntas, logran hacer que el sistema funcione. La diferencia que existe entre los otros tipos de máquinas con esta, es que la polea es bastante simple y no se compone de tantas partes, sino de tan sólo tres. Veamos cuáles son:

• La llanta: la llanta es una de las partes más importantes de todas, y es aquella que se observa desde la parte exterior de la máquina. A través de ella debe pasar la correa y la misma tiene que adaptarse a la forma de esta correa.
• El cuerpo: estas máquinas cuentan con una pieza completamente maciza, siempre que cuenten con un tamaño no tan grande. Sin embargo, cuando el tamaño de la polea comienza a aumentar, la máquina comienza a mostrar nervios o brazos, como en algunos casos se les conoce, que unen el cubo con la llanta.

• El cubo: y por último, tenemos el cubo, el cual es un agujero cónico y de forma cilíndrica que funciona de maravilla para acoplar al eje central. Hoy en día, en lo que se refiere al acoplamiento cónico en este tipo de máquinas, hablamos de cierta parte que se utiliza mucho, gracias a que el proceso de montaje es sencillo y cómodo, además de que regala resultados excelentes en todo momento.

¿Existen distintos tipos de poleas?

Si bien estas máquinas parecen ser globales por lo comunes que son, en realidad no existe tan sólo un modelo de ellas, sino que existen diversos tipos de poleas que se diferencian gracias a las especificaciones de cada una de ellas.

Para entender un poco más el tema, a continuación les hablamos sobre los tipos de poleas que existen actualmente:

Polea simple fija y móvil

Una polea simple es un mecanismo sencillo que se utiliza de dos formas, bien sea fija o móvil. Cuando se trata de una polea simple fija, estamos hablando de un mecanismo en el cual se utiliza un peso en cierto extremo de la cuerda, y en el otro extremo, se levanta el peso. Al decir que una polea es fija, quiere decir que no cuenta con ningún tipo de ventaja mecánica, sino que la fuerza que se debe aplicar para que la misma funcione del modo correcto, se realiza con la fuerza bruta, y siempre en una dirección conveniente para que funcione del modo correcto. Otro modo más cómodo de utilizar esta polea, es fijar toda la carga en un extremo con el soporte, y por medio del otro extremo realizar la fuerza para levantar la carga.

Por otro lado, tenemos la polea simple móvil, la cual es aquella que cuenta con una ventaja mecánica. Esto funciona de modo que toda la fuerza que se necesita para levantar la carga que se encuentra en un extremo de la cuerda, es la mitad de la fuerza que se requiere para cargarla sin la polea. Es decir, la extensión de la cuerda, específicamente del extremo del que se debe tirar, conforma el doble de la distancia que se necesita hacer subir o bajar la carga.

Es un tipo de polea muy simple de utilizar y de montar, además de que es comúnmente utilizada en diversos tamaños.

Polea compuesta

Una polea compuesta es un sistema que se compone de diversas poleas que existen para poder ejercer más de una fuerza, levantando más de una carga, con menos esfuerzo y mucha más rapidez. Son máquinas que presentan una maravillosa ventaja mecánica, mediante la cual se levantan grandes pesos, con un esfuerzo menor al común.

Estos son sistemas bastante distintos, pero que se mantienen en la misma línea gracias a una especificación que mantienen en común, y es que sin importar el caso que sea, estas poleas se agrupan de dos formas, en donde destacan los polipastos.

El polipasto, es un tipo de configuración que caracteriza a las poleas compuestas, en donde esto permite que la máquina se logre dividir en dos grupos, un grupo fijo y otro grupo móvil. Además, en cada uno de estos grupos se pueden instalar diversas poleas, sin importar el número de ellas, y la carga forma parte del grupo móvil en todo momento.

Poleas con correa

Y por último, tenemos las poleas con correa, las cuales son un mecanismo simple que cuenta con dos poleas que se mantienen a cierta distancia la una con la otra, y van girando. Estos giros se deben al efecto de rozamiento que existe entre la correa y las dos poleas.

Las correas que existen en estas poleas suelen ser de cuero, obligatoriamente flexibles y muy resistentes, de este modo no existirá ningún problema a la hora de que las poleas funcionen y la correa realice su funcionamiento.

Esto se conoce habitualmente como un sistema cuya transmisión es circular que, estando siempre entre ambas poleas, cuentan con un movimiento circular en todo momento.