Tipos de quemaduras

Lo que comúnmente conocemos como una quemadura, no es más que una lesión que se produce en la piel, que puede ser causada por una serie de situaciones externas, producidas de forma involuntaria.

Actualmente, el número de personas que sufre una quemadura, al menos una vez en su vida, ha ido en aumento de forma considerable, siendo este tipo de noticia impactante a nivel mundial.

Por lo general, las quemaduras se producen por la excesiva exposición al sol, a la que se somete la piel, o bien por algunos factores como el contacto directo o indirecto de las llamas, gases, objetos que se encuentren en temperaturas elevadas, contacto con sustancias químicas o bien, por el contacto con la corriente eléctrica.

¿Cómo se clasifican las quemaduras?

Al tratarse de lesiones que se producen de forma directa en la piel, el modo correcto de clasificarlas es dependiendo siempre de la profundidad de la quemadura. Es decir, todo depende de lo que haya dañado la lesión en términos de piel.

Debido a su profundidad, las quemaduras se dividen en tres tipos, de los cuales hablaremos más adelante.

¿Qué se debe hacer ante una quemadura?

Una vez que se sufre una quemadura, para que la misma no empeore, es importante tener en cuenta las cosas que se deben hacer ante una de estas lesiones, justo antes de dirigirse ante un médico.

Las acciones que se deben tomar ante una quemadura, son las siguientes:

1. Elimina cualquier causa directa que haya causado la lesión. Es decir, si fueron llamas, se deben apagar las mismas, o bien retirar cualquier objeto o producto que la haya causado, con cuidado de no generar otra quemadura o de empeorar la que ya se encuentra en la piel. Si se trata de un caso de cuerpo completo en llamas, la persona debe rodar hasta que las llamas se extingan.
2. Prestar atención a otras lesiones que tengan que ver con la quemadura, así como alguna hemorragia o quemadura. Si estas existen, se debe tratar la que sea más grave.
3. Dependiendo del grado de quemadura, se debe colocar cremas que hidraten la piel.
4. Es importante que se refresque la piel en donde se haya producido la lesión, y sus alrededores. Esto se puede lograr aplicando abundante agua por media hora o quince minutos. Sin embargo, es importante resaltar que no debe estar muy fría para no causar hipotermia en la zona. También se puede envolver la zona con gasas húmedas sin apretar.

Recuerda que estos pasos son los que se pueden seguir al momento de la lesión, sin embargo, esto sólo resulta para quemaduras que no hayan dañado demasiado los tejidos de la piel, y aun así, se debe acudir a un médico de forma inmediata.

¿Y qué es lo que NO se debe hacer?

Por otro lado, hay acciones que definitivamente no deben realizarse al momento de una quemadura, ya que acabarían por poner en riesgo la salud del lesionado.

Son las siguientes:

1. Bajo ningún concepto se debe aplicar alguna crema para las quemaduras, sobre la lesión, sólo agua para refrescar.
2. No se debe enfriar a la persona que haya sufrido la lesión, es sólo mantener la zona afectada fría.
3. En lo absoluto se debe ingerir ningún médicamente de forma oral.
4. Si se crean ampollas luego de la quemadura, en lo absoluto se deben romper las mismas, ya que el líquido que se mantiene dentro de las mismas, es la que protege de una infección. Si las mismas se rompen, se crea una puerta abierta para que los gérmenes hagan su camino de infecciones por toda la zona.
5. Si hay algo adherido a la zona, como tela u otro elemento, bajo ningún motivo se debe despegar.
6. Si no eres tú quién ha sufrido la lesión, mantente en todo momento con la víctima para prestar apoyo y ayuda.
7. Si existen llamas en el cuerpo de la víctima, las mismas no deben ser apagadas con agua.

Mantén siempre presente que si realizas algunas de estas acciones, puedes poner en riesgo la vida de la víctima.

Tipos de quemaduras

Como decíamos, las quemaduras se clasifican en tres tipos, de los cuales hablaremos a continuación:

Quemaduras de primer grado

Las quemaduras de primer grado son aquellas que se consideran como las menos grados, ya que son aquellas que afectan tan sólo la epidermis, la cual es la capa superficial de la piel. Por lo general duele durante un periodo de tiempo indeterminado que no sobrepasa demasiados días. Estas no generan ampollas, pero sí producen cierta descamación en la zona afectada de forma directa.

En algunas situaciones, dependiendo de la causa de la quemadura, puede acabar en una mancha rojiza que tarda en quitarse. Se puede curar sin necesidad de añadir nada, y al cuarto día del accidente puede desaparecer por completo sin dejar una cicatriz.

Genera dolor al tacto, por lo que se debe evitar por completo el tacto con objetos u otras zonas de la piel. No es de preocuparse, pero suele generar hinchazón al momento. Si la quemadura ha sido causada por la exposición al sol, lleva el nombre de insolación y se produce de forma común en el verano.

Quemaduras de segundo grado

Las quemaduras de segundo grado son aquellas que afectan a la capa superficial de la piel y a la dermis. Las mismas pueden ser clasificadas de dos formas, dependiendo de la profundidad de las lesiones:

1. Quemaduras de segundo grado superficiales: estas quemaduras son aquellas que afectan de forma completa a la epidermis, pero también afectan de forma indirecta a la dermis. Para poder identificarla, se debe prestar atención a la quemada: por lo general se vuelve rosa de forma uniforme, y cuando se le aplica presión, se blanquea toda. Suele ser muy dolorosa y cualquier roce genera dolor y ardor. Por lo general, tardan unas tres semanas en curar y tan sólo en algunos casos dejan cicatrices.
2. Quemaduras de segundo grado profundas: estas son aquellas que afectan de forma profunda a la dermis, y que por lo general no se tornan rosas sino más bien pálidas. Al tocarlas, se sienten pastosas y si se les aplica presión, las mismas no se blanquean en lo absoluto. En algunos casos, estas quemaduras generan un estado de adormecimiento que ayuda a que no se sienta ningún dolor por un tiempo indeterminado. Cuenta con un tiempo de curación más prolongado, pudiendo alargarse hasta los 35 días. Por lo general, si existen vellos en el área afectada, podrían no existir más, aún cuando la piel esté totalmente curada. Dejan cicatrices que con el tiempo podrían desaparecer.

Además de todos estos síntomas, también generan ampollas que se llenan de líquido de forma inmediata, independientemente del tipo de quemadura de segundo grado que sea. Una vez que estas ampollas se rompen, liberan un líquido transparente que dejan la piel al descubierto. En estos casos es necesario mantener la zona libre de bacterias para no generar infecciones.

A pesar de tratarse de quemaduras que afectan la dermis, una vez que la piel se cura, la misma se regenera sin ningún tipo de cambio por lo que tan sólo la cicatriz es capaz de mostrar signos de haberse sufrido una lesión de este tipo.

Quemaduras de tercer grado

Y por último, tenemos las quemaduras de tercer grado, las cuales son aquellas que son más graves ya que destruyen gran parte de la piel, incluyendo dentro de esto cualquier apéndice importante o anejos cutáneos. Además, son quemaduras que afectan la sensibilidad de forma directa. Dependiendo de la causa de la quemadura, las mismas pueden generar una escara completamente seca que varía en los colores. En casos extremos, se puede requerir de injerto de piel debido a la extrema falta de la misma.

Dependiendo de la profundidad que alcance la lesión, se debe tener siempre en cuenta que la misma puede evolucionar al cabo de uno o dos días, y se debe tener cuidado con el modo de saber hasta qué grado logró profundizar, ya que los edemas hacen acto de presencia e impiden la visualización de las consecuencias.

Las cicatrices que dejan estas quemaduras son visibles y sensibles al tacto, ya que pueden ser atróficas, hipertróficas o generar queloides, que con el tiempo tardan en irse de forma natural. Es importante mencionar que estas quemaduras pueden causar cáncer en la piel.