Tipos de riego

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Es importante destacar que, cuando decidimos organizar un huerto, es necesario planificar como queremos que sea, las medidas que deseamos que tenga, así como su sistema de riego. Este último es muy importante, ya que de él depende la forma de sembrar y plantar.

Tipos de riego

Además, también hay que destacar que, el tipo de riego que utilicemos va a depender de la planta que se desee sembrar, ya que hay algunas plantas que necesitan más agua que otras. Debemos recordar que, un exceso de agua puede dañar severamente las plantas e incluso provocar la aparición de hongos y parásitos, así como también la falta de agua también puede traer serios problemas, como dificultar el desarrollo de las mismas. El agua utilizada para el riego, por lo general proviene de ríos, pozos, del grifo, de la lluvia o depósito.

A continuación, describiremos algunos de los tipos de riego que conocemos, los cuales varían dependiendo del terreno, y de las plantas que se deseen sembrar.

Ríos y arroyos

Esta sería la forma ideal de regar los huertos, aunque no siempre se tiene uno cerca. Con este tipo de riego, no es necesario el uso de bombas de agua en la mayoría de los casos. Cabe destacar que, si el río o arroyo, se encuentra cerca del huerto, para aprovechar esta ventaja, es necesario tomar el agua desde el punto más alto, con la finalidad de alcanzar la presión necesaria, la cual es proporcionada a través del desnivel.

Quienes ya tienen experiencia en el área, señalan que se debe hacer una arqueta al lado del río, con la finalidad de que el agua pase a través de un filtro y salga por una manguera, la cual dispone de varias tomas por el huerto. Cabe destacar que, el agua utilizada para el riego debe ser pura.

Pozos

El agua acumulada en este tipo de estructura, por lo general provienen de aguas subterráneas, las cuales cuentan con un alto contenido en cal. Cabe destacar que la mayoría de estos pozos, se encuentran por debajo de los 100 metros de profundidad. El agua es extraída de estos pozos, por medio de bombas eléctricas o de gasoil y a través de mangueras que se encargan llevar el agua hasta la zona destinada al riego.

Depósitos artificiales

Este tipo de estructura, está hecha de hormigón en muchos casos, o también de fibra. Se encuentran ubicados en sitios elevados, esto con la finalidad de obtener la presión necesaria para regar. Cabe destacar que, en el caso de los depósitos de fibra, estos deben colocarse previamente en bases estables, niveladas y bien limpias, para evitar que al ser llenados de agua, experimenten roturas, que lleven a la pérdida del agua.

Además es importante destacar que, lo ideal con este tipo de estructuras, sería que siempre la fuente de agua se encuentre en un sitio más elevado que el depósito, con la finalidad de que este se llene más fácilmente.

Riego por inundación

Este se caracteriza por inundar los surcos o caballones, a través de canales creados expresamente para esto. Cabe destacar que, para el funcionamiento de este tipo de riego, es necesario disponer de abundante agua. Además este tipo de riego, es ideal para arrozales, patatas, tomates, pimientos, berenjenas, judías,  lechugas entre muchos otros. Sin embargo, no es adecuado para la siembra de plantas medicinales.

Riego por mangueras

Cabe destacar que, este tipo de riego es muy sencillo, debido a que solo necesita una buena instalación de mangueras, las cuales deben ser rígidas y además deben estar enterradas, así como unas cuantas tomas de agua o grifos con mangueras flexibles. Este tipo de riego, nos permite regar el huerto a nuestro gusto. La manguera debe poder ubicarse en cualquier lugar del huerto.

Además es importante destacar que, cuando se hace uso de este tipo de riego, se pueden realizar siembras en superficies planas que disponen de un borde cuya altura alcanza aproximadamente un palmo en su contorno exterior, con la finalidad de que retenga el agua.

Riego por goteo

En este tipo de riego, es necesario la incorporación de mangueras o tubos fijos con goteros intercalados cada 30 o 40 cm. Lo cual permitirá el goteo del agua solo en los sitios necesarios. Este tipo de riego, es ideal para los huertos situados en zonas de alta temperatura y en aquellas en las que se dispone de pocos recursos de agua. El tiempo de riego, con este sistema puede variar entre 15 y 30 minutos cada día o entre media hora y una hora cada dos días.

Riego por aspersión

Es importante señalar que, este tipo de riego se basa en el uso de unos aparatos denominados aspersores, cuya función es disparar el agua a presión, siempre en dirección hacia arriba, dando vueltas continuamente, con lo cual se puede regar un radio, el cual dependerá de la presión del agua. Este tipo de riego, es ideal para cultivos de maíz, patatas, cebollas, guisantes y habas, sin embargo, no resulta útil para cultivos de tomates, pimientos, berenjenas, judías, calabacines y plantas medicinales.

Riego por surcos

Este tipo de riego, cuenta con la particularidad de que el agua que se utiliza, se desplaza a través de una serie de canales por los cultivos, todo esto a través de gravitación. Cabe destacar que, este riego no requiere de ninguna otra fuerza para su activación. En este tipo de riego, las hojas de las plantas que son regadas, con este no tienen ningún contacto con el agua.

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