Recordemos que los riesgos se refieren a la probabilidad de que suceda un evento, impacto o consecuencia adversos. Se caracterizan, porque están en relación con la frecuencia con la que se presenta el suceso. Cabe destacar que, la incertidumbre, es la característica principal de toda situación riesgosa, aunque la incertidumbre se puede dar sin que la situación se torne peligrosa.
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Tipos de riesgos
Para disminuir la frecuencia con que se ve afectadas las personas, se han creado advertencias que permiten identificar bajo que riesgo se puede estar presente. Es así, como de alguna manera se mantiene la integridad de la salud de un individuo en cualquier espacio. Seguidamente, describiremos de una forma breve pero detallada, los diferentes tipos de riesgos que se conocen en la actualidad, así como las medidas que se deben tomar para evitarlos.
Riesgos físicos
Este tipo de riesgo, se caracteriza porque su origen se encuentra en los distintos elementos del entorno de los lugares de trabajo. Dentro de los factores que afectan u ocasionan este tipo de riesgos, tenemos: la humedad, el calor, el frío, el ruido, presiones, temperatura, iluminación, vibraciones, radiación ionizante y no ionizante, radiación infrarroja y ultravioleta, los cuales pueden causar severos daños al trabajador.
Riesgos químicos
Son aquellos cuyo origen está en la presencia y manipulación de agentes químicos, los cuales pueden producir alergias, asfixias, entre otros. También pueden ser producidos por procesos químicos y por el medio ambiente, debido a la inhalación, absorción, o ingestión. Para evitarlos, es importante hacer uso de mascarillas, guantes y delimitar el área de trabajo, con la finalidad de protegernos. Como ejemplo de los agentes productores de estos riesgos, tenemos: polvos, vapores, líquidos, disolventes.
Riesgos biológicos
Este tipo de riesgo, es el resultado del contacto con las enfermedades producidas por los virus, bacterias, hongos, parásitos. Cabe destacar que, para evitarlas se recomienda tener un control de las vacunas y sobretodo protegerse con el equipo adecuado. Además pueden ser adquiridas, cuando se trabaja con agentes infecciosos. Como ejemplo, tenemos: anquilostomiasis, carbunco, alergias, muermo, tétanos, entre muchas otras.
Riesgos ergonómicos
Con este término definimos, a los riesgos a los que están expuestos los trabajadores, relacionados, con la postura que mantenemos mientras trabajamos. Existe una serie de factores de riesgo ergonómicos, como lo son: las posturas inadecuadas, el levantamiento de peso, movimiento repetitivo, con lo cual se pueden generar tanto daños físicos como molestos.
Este tipo de riesgos, se caracterizan porque son considerados como una condición que experimenta el hombre en el momento en el que se relaciona con su medio circundante y con la sociedad que le rodea, por lo que mientras que hasta que no, se convierte en algo nocivo para el bienestar del individuo o cuando desequilibran su relación con el trabajo o con el entorno, no es considerado como un riesgo.
Riesgos mecánicos
Cabe destacar que, este tipo de riesgos, están relacionados con actividades de altura, superficies inseguras, un mal uso de las herramientas, equipos defectuosos, por lo que, es importante asegurarnos siempre de que tanto las maquinarias que utilizamos como el ambiente de trabajo, ofrecen las mejores condiciones de trabajo posible.
Riesgos ambientales
Este tipo de riesgo, se caracterizan por estar conformado por una serie de factores, los cuales no podemos controlar. Esto debido a que, son originados por la naturaleza, como lo son: la lluvia, la tempestad, las inundaciones, entre muchos otros. Razón por la cual debemos ser previsibles y prudentes.
Es importante señalar que, todos los factores ya mencionados se pueden prevenir, a través de medidas específicas, las cuales son tomadas por las instituciones. Para ello también es necesario preparar al personal que labora, en las distintas instituciones, con la finalidad de que puedan evitan futuros daños. Las personas deben comprometerse, disfrutar y protegerse exigiendo medidas de seguridad y sanidad adecuadas a las tareas que le competen, con la finalidad de exponerse en menor medida a los distintos riesgos que acabamos de conocer.