El mundo de la química ha logrado abarcar gran cantidad de sectores en nuestra sociedad, hasta podemos estar en contacto con este en nuestra vida diaria. Uno de los temas más tratados en relación a la química, son las soluciones usadas en enfermería. Estas se definen como una mezcla compuesta por dos o más sustancias, las cuales serán reconocidas como soluto y solvente. En el caso del soluto, es aquella sustancia que posee la característica de disolverse. Mientras que el solvente es la sustancia en que se disuelve el soluto. Las soluciones se pueden presentar en dos clases:
- Homogéneas: son aquellas soluciones donde los componentes se mezclan a tal punto que es imposible diferenciarlos.
- Heterogéneas: son aquellas soluciones que al mezclar el soluto y el solvente, no logran unirse, por lo que es sencillo diferenciar ambos componentes.
Igualmente, las soluciones se clasifican acorde a su nivel de concentración. Esto se determina a través del constante de solubilidad, el cual permite conocer la capacidad de una solución de disolver el soluto. De esta clasificación, se han logrado determinar tres clases de soluciones:
- Insaturadas: se conocen como soluciones insaturadas a todas aquellas, que al mezclar el soluto con el solvente, no llegan al límite de disolución. Lo cual permite que se pueda agregar más soluto a la solución.
- Saturadas: se considera saturada una solución, que una vez disuelto el soluto, esta alcanza el límite de saturación, o lo supera. Por lo tanto, no se debe agregar más soluto a su composición.
- Sobresaturadas: son todas aquellas soluciones que poseen un alto nivel de soluto, impidiendo que este logre disolverse completamente.
Las soluciones han logrado cabida en las distintas ciencias, siendo la medicina una de las áreas de las cuales esta no se puede escapar. En realidad, hay que destacar que las soluciones se pueden encontrar en esta ciencia de la salud fácilmente. En estos términos, la palabra solución se define como una preparación de aspecto líquido, la cual viene cargada en su composición de nutrientes, electrolitos, y en algunos de fármacos.
Esta se le administra a una persona, que se denomina paciente, cuando posee algún signo de afección a la salud, lo cual determina que es necesario colocar una solución que viaje a través del torrente sanguíneo. Al momento de utilizar cualquiera de estos líquidos, es necesario corroborar que se encuentren en estado óptimo, y conservado bajo las medidas de seguridad necesarias, evitando así alguna contaminación.
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Tipos de soluciones
Soluciones cristaloides
Son soluciones que en su composición se encuentran cargadas de agua, azúcares y electrolitos. Cada uno de estos distribuidos en diferentes porciones. A su vez estas se dividen en:
Cristaloides hipotónicas
Hiposalino al 0,45%: son soluciones que carecen en su contenido de glucosa. Estas se caracterizan por aportar la mitad de cloruro de sodio que la solución fisiológica, siendo su presencia del 0,45% o 77mmol/L. También se conoce bajo el nombre de solución salina hipotónica.
Cristaloides isoosmóticas
Se caracteriza porque su distribución es a través del líquido extracelular. Una hora después, permanece dentro del espacio intramuscular, un aproximado del 20% de este tipo de solución. De esta se conocen cinco clases:
Solución fisiológica al 0,9%: en su composición, posee un 0,9% de cloruro de sodio, o 1554 mmol/L. Otro nombre con que se conoce es solución salina normal o suero fisiológico. Se aplica en los casos en que el cuerpo pierde líquidos y electrolitos, ya que su función principal es reponerlos.
Solución de ringer: en su composición se ha sustituido la solución salina isotónica, para dar paso al uso del calcio y el potasio. Se utiliza siempre que haya pérdidas de hidroelectrolitos.
Ringer lactato: su composición se basa en lactato sódico en 28 mmol/L, cloruro de sodio en 102 mmol/L, cloruro de potasio en 4 mmol/L y cloruro cálcico en 1,5 mmol/L. Se administra cuando existe una pérdida de hidroelectrolitos. También se conoce bajo el nombre de solución de ringer con lactato.
Solución de dextrosa al 5%: es una solución a base de glucosa, en la cual se encuentra disuelto 278 mmol/L de la misma. Se aplica en personas que presentan deshidratación hipertónica. Otro nombre con que se conoce es solución glucosada al 5%.
Suero glucosalino: posee una composición de 5% de glucosa, acompañada de 0,45% de cloruro de sodio. Es considerada una solución hidratante, sobre todo cuando el cuerpo se encuentra en déficit de agua o electrolitos. También se conoce con el nombre de solución glucosalina isotónica.
Cristaloides hipertónicas
Solución salina hipertónica: el cloruro de sodio se encuentra en su composición del 3% al 5%, o entre 513 mmol/L y 855 mmol/L. En su mayoría, se ha utilizado en tratamiento para nebulizaciones, sobre todo en graves casos de bronquitis.
Soluciones glucosadas al 10%, 20% y 40%: se caracterizan por aportar energía y favorecer el transporte del sodio desde una célula, hasta que se moviliza al espacio extracelular. Hace el proceso de forma inversa con el potasio. Los porcentajes de 10%, 20% y 40% con de glucosa, presentando concentraciones de 278×2 mmol/L, 274×4 mmol/L y 274×8 mmol/L respectivamente.
Soluciones alcalinizantes
Las soluciones alcalinizantes se encuentran destinadas al tratamiento de acidosis metabólica, en casos agudos y graves. De esta, se presentan dos soluciones:
Bicarbonato sódico 1/6M 1,4%: es considerada ligeramente hipertónica. Su composición se basa en la presencia de bicarbonato sódico, donde cada 100 ml, posee 1,4 gramos de hidrogenocarbonato de sodio. Se utiliza en casos de que el paciente presente acidosis metabólica.
Bicarbonato sódico 1M 8,4%: cada 10 ml de esta solución al 8,4%, lleva en su composición 0,84 gramos de bicarbonato de sodio. Su aplicación es para pacientes que prsentan acidosis metabólica aguda, en casos ya severos.
Coloides
Son soluciones que poseen partículas de alto peso molecular, lo cual le brinda la característica de expansores plasmáticos. Se caracterizan por la capacidad de retención de líquidos en espacio intravascular. Esto permite que se lleve a cabo una expansión del volumen plasmático, que a su vez provoca una hemodilución. De esta manera, se favorece a la perfusión tisular.
Coloides naturales
Albúminas: son proteínas que poseen la capacidad de fijar agua en espacio intramuscular. Su administración se centra en pacientes presentan shock o para prevenir el mismo. Y dependiendo del tipo de shock, es que varía la aplicación de la misma.
Dextranos: su uso se ha enfocado en el aumento de plasma en el torrente sanguíneo. También han sido de gran ayuda en el área oftalmológica así como en la aplicación de ciertos fármacos. Igualmente, en algunos casos, se aplica de manera intravenosa para tratar casos de anemia, ya que se ha comprobado que favorece el aumento de la hemoglobina.
Coloides artificiales
Hidroxietil almidon: se deriva del almidón de maíz. Su uso se enfoca en pacientes que presentan hipovolemia a causa de una hemorragia aguda. Este actúa como expansor artifcial del plasma sanguíneo.
Derivados de la gelatina: son polipéptidos que se administran para el tratamiento de choque hipovolémico. Son desechados por el organismo a través de la orina. Poseen un alto contenido de sodio y calcio.
Manitol: es un diurético osmótico, recetado para el tratamiento para la reducción alta presión intercraneal que se encuentra asociada a un edema cerebral. Así mismo, es otro tratamiento destinado a la reducción de la presión intraocular.