El estudio de la química ha sido uno de los campos más complejos de la ciencia. Sin embargo, es esta, la que nos ha permitido entender más allá de nuestros ojos, como funciona el entorno que nos rodea. Son muchas las áreas que estudia la química, pero la más común de todas en destacarse, son las soluciones. El término soluciones químicas puede definirse como una mezcla, compuesta por un soluto y un solvente, que al interactuar, logran disolverse una en la otra, adquiriendo la característica de homogeneidad.
Aunque no lo detallemos, estamos rodeados de distintas soluciones químicas. Desde la cocina, hasta el mundo de la belleza, con los maquillajes. Y es que estas se pueden presentar en distintos estados: sólido, líquido y hasta gaseoso. La manera en que reaccionen los componentes, es lo que permite conocer la solución que se presenta.
Para que una solución tenga lugar, como ya se mencionó con anterioridad, es necesaria la presencia de un soluto y un solvente. Siendo estos los componentes de la solución:
Soluto: es la sustancia que cuenta con la capacidad de disolverse en la solución. Suele estar presente en menor proporción.
Solvente: es la sustancia con la capacidad de disolver el soluto.
Hay que recordar igualmente, que una solución no solo se obtiene a partir de estos dos elementos. Es necesaria la interacción de otros factores para que la solución de lugar. Tal es el caso de la temperatura, que suele favorecer la disolución del soluto. Además, existen otras propiedades químicas que también favorecen el resultado de la solución.
Son muchas las soluciones químicas que se encuentran a nuestro alrededor. Pero, según sus características, es que se pueden clasificar:
Contenidos
Tipos de soluciones químicas
Según el nivel de mezcla
- Solución homogénea
Al momento de combinar el soluto y el solvente, estos se mezclan y ninguno de los dos componentes se puede diferenciar al ojo humano.
- Solución heterogénea
Una vez mezclados ambos componentes de la solución, se pueden diferenciar tanto el soluto como el solvente, por lo que fácilmente se determina que el soluto no es capaz de disolverse.
Según su saturación
- Solución no saturada
Las soluciones no saturadas son aquellas donde la cantidad de soluto se encuentra en menor proporción con respecto a la cantidad de solvente, pudiéndose concluir que esta solución no ha alcanzado su grado de saturación, aunque se encuentra cerca del límite. De esta manera, cuenta con la posibilidad de seguir disolviendo otra cantidad de soluto si se desea agregar.
- Solución saturada
Se encuentra caracterizada porque permanece un equilibrio constante entre el soluto y el medio en que se disuelve. Cuando a estas soluciones, se les agrega una cantidad superior de soluto, esta pierde la capacidad de disolución. Se determina de esta manera que la solución ha superado su límite de saturación.
- Solución sobresaturada
Se caracteriza por ser una solución inestable. Esto se debe a que presenta una mayor cantidad de soluto que en comparación a la que el solvente tiene la capacidad de disolver. Cabe destacar que, suelen identificarse fácilmente, ya que, con el exceso de soluto, este se va acumulando en el fondo del recipiente donde se encuentra la solución a medida que esta va reposando.
- Soluciones insaturadas
Cabe destacar que, este tipo de solución se caracteriza porque su capacidad de disolver el soluto es bastante alta, por lo que aún puede seguir recibiendo soluto sin llegar a saturarse rápidamente. También sucede cuando solo se agrega una pequeña cantidad de soluto, pudiéndose este disolver fácilmente.
Según su concentración
- Solución diluida
Una solución se considera diluida cuando la cantidad de soluto de soluto que posee es pequeña en comparación a un determinado volumen de disolución. De esta manera, se deduce que el solvente se encuentra en capacidad de disolver más cantidad de soluto.
- Solución concentrada
Se considera que una solución es concentrada, cuando posee una gran cantidad de soluto en un determinado volumen de disolución, alcanzando cierta saturación. Aún así, el solvente está en capacidad de disolver más cantidad de soluto.
Según su carga eléctrica
- Soluciones electrolíticas
Cabe destacar que, este tipo de soluciones se caracterizan por ser aquellas en las que el soluto se encuentra disuelto en el soluto formando iones. Es de esta manera, que adquieren la capacidad de cargar electricidad.
- Soluciones no electrolíticas
Este tipo de soluciones químicas, se llaman no electrolíticas, debido a que son aquellas en donde no se forman iones, es decir, en este tipo de solución no existe el proceso de ionización, debido a que ocurre entre sustancias no polares o moleculares, que al disolverse no disocian iones y por lo que no cuentan con conductibilidad eléctrica.
Según su estado de agregación
- Soluciones químicas líquidas
Se caracterizan porque tanto el soluto como el solvente se encuentran en estado líquido. El agua es uno de los solventes más utilizados para la elaboración de soluciones. Un detalle bastante particular de este tipo de solución química, es que lo que respecta al soluto, se encuentra bastante disuelto. Un ejemplo de este tipo de solución es la combinación de agua y alcohol.
- Soluciones químicas gaseosas
Para la elaboración de estas soluciones, dentro de su composición, tanto el soluto como el solvente son gases. Un ejemplo de este tipo de soluciones, son las aleaciones.
- Soluciones de gases en líquidos
En el caso de este tipo de soluciones químicas, el soluto y el solvente vienen siendo una sustancia gaseosa y una líquida. Como ejemplo de esto, tenemos el oxígeno disuelto en agua, y el refresco carbonatado.
- Solución sólido y líquido
Generalmente se tratan de soluciones de característica heterogénea. Resultan de la unión de un sólido con un líquido. Se destaca una alta presencia de solvente dentro de esta solución. Un ejemplo claro de esto, tenemos el agua con sal.
- Solución sólido en gas
Son soluciones homogéneas que se encuentran compuestas por una sustancia sólida y un gas. Como ejemplo tenemos el polvo en aire.
- Solución sólido en sólido
Este es otro caso de una solución homogénea, donde ambas sustancias que entran en contacto son sólidas. Por ejemplo, el acero y el bronce.
- Solución gas a sólido
Este tipo de solución química, es aquella donde hay una mezcla heterogénea entre un gas y un sólido. Un ejemplo claro es la piedra pómez.