Algunos términos de la medicina son fáciles de reconocer, sin embargo, es importante definir que es una sutura. Con este término nos referimos, a la técnica que favorece la cicatrización de las heridas, esto debido a que las mantiene a salvo de agresiones externas, así como también, facilita la reepitelización de la piel con la aproximación de los bordes, arrojando un mejor resultado estético.
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Tipos de suturas
La sutura es de orígenes bastante lejanos, y con el pasar del tiempo ha ido mejorando hasta llegar a ser lo que es ahora. Seguidamente describiremos de una forma breve pero detallada los diferentes tipos de suturas que se conocen.
Sutura nudo simple
Con este término nos referimos, a la sutura mas utilizada en atención primaria de salud, la cual como su nombre lo indica, consiste en un nudo, el cual para ser realizado, se requiere enrollar el extremo largo de la sutura (extremo unido a la aguja) alrededor del portaagujas dándole dos vueltas, posteriormente, con la punta del porta debemos sujetar el cabo suelto y tensaremos el nudo. Es importante señalar que, la operación, debe ser repetida una o dos veces más para fijar bien el nudo.
Sutura discontinua (puntos simples)
Hay quienes señalan que este tipo de sutura, resulta ser la más sencilla de todas, y puede ser aplicada en cualquier lugar donde no haya exceso de tensión. Para la realización de este tipo de sutura, se requiere la colocación de puntos simples, que deben ser anudados individualmente. Seguidamente, el plano tisular debe ser atravesado, clavando la aguja perpendicularmente al labio de la herida, siempre yendo de afuera hacia dentro en el primer labio 7 luego de dentro hacia fuera en el segundo labio.
Es importante señalar que, la separación desde donde se clava la aguja hasta la parte donde se encuentra el labio de la herida, va a depender del tipo de tejido, variando entre 0.5 a 1 cm. Por ejemplo, en el caso de una laceración, el primer punto de sutura, se coloca en la mitad de la longitud total, y los siguientes puntos en la mitad de cada mitad sucesiva, de manera tal que, los puntos queden colocados de forma simétrica.
Sutura continua
Este tipo de sutura, es ideal para heridas largas y rectilíneas, las cuales no se encuentran sometidas a tensión. Para la realización de este tipo de sutura, se debe colocar el primer punto, sin cortar los cabos, de manera tal que haya continuidad, porque es necesario continuar introduciendo el hilo de forma constante a lo largo de toda la incisión. Posteriormente, se cruza de forma subcutánea formando un ángulo de 45º con el eje de la herida, y se saca la aguja por la dermis del lado opuesto manteniendo el ángulo.
Es importante señalar que, para terminar se debe cortar el cabo unido a la aguja de forma que sobresalga un poco, esto con la finalidad de fijarlo a la piel con un esparadrapo quirúrgico, o realizando un nudo sobre el propio cabo.
Sutura intradérmica continua
Es importante señalar que, este tipo de sutura es empleada para eliminar los espacios muertos y crear cierta aposición de la piel, con la finalidad de que existan menores tensiones sobre los puntos cutáneos. Además se caracteriza por ser muy rápida de realizar y requiere menor cantidad de material, sin embargo, su resistencia es mínima.
Para la realización de este tipo de sutura, se debe cubrir el nudo, con la introducción en la dermis de la aguja, luego es llevada al lado opuesto de la incisión donde, nuevamente debe ser introducida en la dermis anudándose, con la finalidad de que el nudo quede englobado en la dermis. Luego de esto, ya la sutura es manejada, como si se tratara de una sutura de colchonero continua. Lo mejor de todo es que es realizada con material reabsorbible.
Punto colchonero
Este tipo de sutura es recomendada para zonas de piel laxa, en las cuales, los bordes tienden a invaginarse, razón por la cual esta sutura es aplicada con la finalidad de disipar la tensión de los mismos.
Sutura de esquina
Es utilizada en heridas triangulares, con esquinas difíciles de reparar. Cabe destacar que, para poder realizarla, se requiere que, la zona en esquina tenga un mínimo de dermis sobre la que actuar. Para ello de debe introducir la aguja a través de la dermis por el lado contrario al colgajo, a una distancia de unos 0,5 cm de la esquina de la herida.
Mediante esto, la aguja pasara por la hipodermis de la esquina del área afectada, y atraviesa la herida hasta salir por la dermis del lado opuesto, lo cual permitirá que, los dos cabos salgan al exterior de la herida por la zona opuesta a la zona afectada, y es aquí donde se realiza el nudo habitual.