Una simple lesión en nuestra piel, podría no parecer algo fuera de otro mundo, debido a que esta puede cicatrizar rápidamente. Sin embargo, cuando se trata de una úlcera, lo más probable es que tarde mucho más de lo esperado, además de que también puede generar cierto nivel de dolor en la persona.
En esta ocasión, hablaremos de los distintos tipos de úlceras por presión. A pesar de que las úlceras pueden llegar a tener causas variadas, las que se ocasionan por presión son un poco más conocidas que el resto; y se pueden presentar en varios grados que determinan el menor o peor de los casos.
Por ejemplo, si hablamos de una úlcera por presión de grado uno, esta no tendrá gran impacto en la piel, debido a que es una etapa bastante leve. Pero si esta evoluciona hasta el grado cinco, entonces pueden existir importantes riesgos, debido a que el tejido del área afectada puede desmoronarse hasta el punto de llegar al hueso.
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Los tipos de úlceras por presión se distinguen dependiendo de su nivel de gravedad
Para lograr determinar el nivel de peligro que representa una úlcera causada por presión, estas se pueden dividir en varias categorías, entre las cuales tenemos las siguientes:
Categoría I
En una zona cutánea afectada por la úlcera de categoría I, podemos observar que la piel se mantiene intacta. También se presenta decoloración en la piel y otros síntomas como calor, endurecimiento o dolor (todo esto en el área afectada).
Debido a sus características, es un tipo de úlcera que puede llegar a ser difícil de identificar en personas con tonos oscuros de piel, debido a que no se nota la decoloración en la piel.
Además de presentarse dolor en la zona afectada, también puede llegar a ser más fría o caliente en comparación con los tejidos adyacentes.
Categoría II
En la categoría II se presenta una úlcera abierta, aunque poco profunda. El lecho de la herida normalmente se mantiene entre una tonalidad rosada o rojiza, y no presenta esfácelos. Por otro lado, también puede aparecer como una ampolla intacta que puede estar abierta/rota o intacta.
Categoría III
Se presenta una perdida completa del grosor del tejido, causando que la grasa que se encuentra a nivel subcutáneo puede llegar a ser visible, aunque otras partes como los tendones, huesos o músculos no quedan a la exposición.
La úlcera por presión de categoría III puede llegar a tener niveles de profundidad que varían dependiendo de la anatomía de la persona afectada. En el caso de zonas como el puente de la nariz, oreja, el occipital y maléolo, esta úlcera puede llegar a ser poco profunda, debido a que dichas zonas no poseen tejido subcutáneo (adiposo).
Por otro lado, las zonas que tengan adiposidad significativa desarrollan úlceras por presión de grado III que pueden llegar a ser extremadamente profundas, aunque no llegan al punto de hacer visible al hueso o tendón.
Categoría IV
En este caso se presenta una pérdida total del espesor del tejido con hueso, tendón o músculos expuestos. Al igual que en muchos casos, este nivel de úlcera puede variar dependiendo de la zona en donde se produzca o de la anatomía del paciente.
El mayor riesgo de la úlcera de categoría IV, es que puede llegar a extenderse al músculo o las estructuras de soporte, trayendo como consecuencia una osteomielitis u osteítis.
Se determina que una úlcera es de categoría IV, debido a que el hueso y músculo quedan expuestos, siendo estos visibles o directamente palpables.
Úlcera de profundidad desconocida
Además de las categorías ya expuestas de los tipos de úlceras ocasionadas por presión, también existe la que cuenta con una profundidad desconocida, factor que se produce debido a que la úlcera se encuentra cubierta en totalidad por esfacelos, los cuales pueden ser de color amarillos, canela, grises, marrones o verdes.
Para estos casos, primero es requerida retirar la cantidad suficiente de esfacelos para exponer la base de la herida, desde donde se puede determinar la profundidad que posee y a qué categoría estaría perteneciendo la úlcera.
Sospecha de lesión de tejidos profundos- Profundidad desconocida
Se puede observar un área de coloración púrpura o marrón de piel decolorada. En su defecto, también puede aparecer una ampolla llena de sangre, lo cual es ocasionado como consecuencia del daño de los tejidos blandos subyacentes por la presión.
Al igual que en las categorías de úlceras, el área afectada también puede presentar un tejido doloroso, firme, blando o más caliente/frio si lo comparamos con los tejidos adyacentes y sanos.
Esta lesión puede llegar a ser difícil de detectar en aquellas personas que tengan un tono de color de piel oscuro, debido a que el área decolorada o ampolla no puede notarse con tanta facilidad.
En caso de surgir una evolución, esta será rápida y puede llegar a exponer capas adicionales de tejidos, inclusive si la persona recibe un tratamiento.