En la geología, un yacimiento es un tipo de formación muy peculiar en el cual se concentra de forma estadística, una cantidad de minerales que se encuentran de forma normal en nuestra corteza terrestre. Estos minerales se encuentran en la litosfera en buenas cantidades, incluso aquellos que no son tan conocidos o abundantes.
Sin embargo, se requiere que se concentren de forma excepcional en algún lugar de la Tierra para que los mismos puedan ser extraídos sin ningún problema. Para ello, se requieren materiales, personas calificadas, profesionales en la materia y tiempo, además de que es necesario que el yacimiento se forme en un lugar seguro para poder utilizar las maquinarias requeridas sin que la vida de los individuos se ponga en riesgo.
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¿Existen diversos tipos de minerales?
Los yacimientos de minerales varían en tamaños, formas y orígenes, además de que los mismos se diferencian gracias a sus propias características. Debido a esto, se han formado diversas clasificaciones que nos permiten decir que existen distintos tipos de yacimientos minerales, de los cuales hablaremos a continuación:
Yacimientos minerales según las sustancias
Dentro de esta primera clasificación, encontramos los siguientes tipos de yacimientos minerales:
- Yacimientos de minerales de construcción: dentro de estos minerales, encontramos minerales como la caliza, el asfalto, la arcilla, la arena y el yeso. Con ellos se pueden construir desde edificios hasta pisos.
- Yacimientos de combustible: dentro de este grupo, encontramos el carbón, el gas natural y el petróleo crudo.
- Yacimientos de abrasivos: en este tipo conseguimos el granate y el corindón.
- Yacimientos de piedras preciosas: dentro de este grupo, encontramos piedras preciosas como el diamante, el ópalo y berilo. Estas son bastante buscadas gracias a su coste y al uso que se le puede dar para la economía de un país.
- Yacimientos de menas metálicas ferrosas: en estos yacimientos conseguimos menas como la magnetita y hematita. Según algunas situaciones, estos yacimientos suelen ser muy buscados.
- Yacimientos de menas metálicas no ferrosas: por otro lado, tenemos estos yacimientos, los cuales son aquellos que nos muestran minerales costosos y muy buscados, como el oro, la plata, el cobre, el zinc y el plomo.
- Yacimientos de materiales industriales: y por último dentro de esta clasificación, encontramos el grafito, la barita, el azufre y el asbesto, entre otros.
Yacimientos minerales endógenos
Los yacimientos de minerales endógenos son aquellos que se caracterizan por situarse en zonas cuya estructura geológica es bastante profunda. Además, son aquellos yacimientos que se mantienen relaciones con cualquier proceso interno de nuestra Tierra, en donde los mismos son geoquímicos. Dentro de este grupo, conseguimos los siguientes yacimientos:
- Magmáticos: estos yacimientos son aquellos que se caracterizan por surgir gracias al enfriamiento del magma que se encuentra en un sitio específico.
- Pegmatíticos: por otro lado, están los yacimientos que se caracterizan por contar con una formación que surge a partir de diversas soluciones residuales que tienen que ver, a su vez, con un origen magmático directo.
- Carbonatíticos: estos son los yacimientos que se relacionan directamente con los intrusivos centrales de composición alcalina.
- Skarns: a diferencia de los anteriores, estos son aquellos yacimientos que surgen gracias al metasomatismo que existe entre los silicatados y las capas calcáreas.
- Albita greisen: estos, por otra parte, son aquellos yacimientos que surgen gracias a los intrusivos ácidos y alcalinos, específicamente en las partes apicales.
- Hidrotermales: así como nos indica su nombre, estos son aquellos yacimientos que se van formando gracias a cualquier tipo de fluido caliente en su estado gaseo-líquido.
- Sulfuros masivos: y para finalizar este grupo, tenemos estos yacimientos, los cuales se forman gracias a diversos procesos volcánicos que se relacionan de forma directa con las zonas eugeosinclinálicas.
Yacimientos minerales exógenos
En lo que respecta a los yacimientos minerales exógenos, tenemos a esos depósitos minerales que surgen gracias a los diversos procesos geoquímicos que se han realizado en el pasado o de forma actual, pero siempre en la superficie terrestre, o muy cerca de ella.
Por lo general, estos son aquellos yacimientos que se van formando gracia a la descomposición de algún material preexistente, o bien, de alguna roca específica. Dentro de este grupo, encontramos los siguientes yacimientos:
- Interperismo: estos son aquellos yacimientos que se forman gracias a que algunas rocas o depósitos preexistentes se alteran en zonas de oxidación, dando lugar a estos depósitos en un periodo de tiempo indeterminado.
- Placer: estos son aquellos yacimientos que surgen gracias a la destrucción de algunos cuerpos de otros yacimientos minerales con algunos minerales que se encuentran en un estado químico bastante estable.
- Sedimentarios: y para finalizar este grupo, están estos yacimientos que se forman gracias a la diferenciación de los minerales a partir de algunos procesos, durante procesos sedimentarios.
Yacimientos minerales metamorfogénicos
Los yacimientos minerales metamorfogénicos son aquellos que, así como nos lo indica su nombre, se van formando gracias a diversos procesos metamórficos. Dentro de este grupo, encontramos los dos siguientes yacimientos:
- Metamorfizados: estos son aquellos depósitos que van formándose gracias a la reformación de depósitos que se encuentren en las zonas exactas y sean bastante antiguos.
- Metamórficos: y están estos depósitos, los cuales se van formando gracias a minerales nuevos que parten gracias al proceso metamórfico de la roca.
Otros yacimientos minerales
Partiendo de otras teorías, nos encontramos con los siguientes tipos de yacimientos minerales:
- Depósitos masivos: estos son aquellos yacimientos minerales que cuentan con un tamaño de extensión bastante considerable en cualquier sentido. Además, se caracterizan por contar con un estilo de distribución uniforme, por lo que sus minerales se encuentran bien distribuidos en cantidad.
- Depósitos estratiformes: estos son aquellos yacimientos que cuentan con un tipo de alojamiento muy particular, y es que se encuentran situados de forma paralela a los planos de estratificación de la roca.
- Vetas: estos son aquellos depósitos que cuentan con una gran longitud y un ángulo de buzamiento que se considera pronunciado gracias a su tamaño. Sin embargo, en algunas ocasiones se les consideran depósitos angostos pero anchos.
- Cuerpos lenticulares: este tipo de yacimiento cuenta con un tipo de cuerpo mineral que a su vez cuenta con forma de lente. Se caracterizan gracias a que se les consigue en zonas mineralizadas que a su vez se mantiene alojadas en depósitos masivos.
- Depósitos tabulares: estos son aquellos yacimientos que cuentan con una forma cilíndrica que cuenta con un tamaño que puede variar. Sin embargo, se les reconoce fácilmente una vez que se estudian, ya que cuentan con la particularidad de que se van desarrollando más de forma vertical que horizontal.
- Depósitos de placer: y por último, tenemos los depósitos de placer, los cuales son aquellos que se mantiene siempre superficiales o muy cerca de la superficie de la Tierra. Cuentan con una forma tabular y un tamaño bastante extenso. Por lo general, estos son los yacimientos en los cuales se encuentran minerales como el oro y el platino.