Tipos de yo

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El yo es un término que nos ayuda a definir lo que es el ego, y es que en latín, el significado de este término es exactamente eso: ego.

¿Qué es el ego?

A pesar de que seguro has oído esta palabra de forma común por las calles, y probablemente la hayas utilizado en más de una ocasión, no sepas exactamente de qué se trata y qué significa. Y es que sabemos que crees que carga tan sólo significados negativos, pero la realidad es que encierra en su significado una diversidad de cualidades.

Para definirlo de una forma más específica, el yo es esa parte de la conciencia que cumple la función de dar sentido a las personas sobre “sí mismos”. Es decir, tiene la tarea de ayudar al cerebro a mostrarles a las personas el hecho de que cuentan con una diversidad de pensamientos, recuerdos, la habilidad de las percepciones y de contar con sentimientos que pueden ser conscientes en todo momento. Se dice, además, que todo lo que va sucediendo en la vida de las personas, se mida según su yo. Es decir, según su ego. Este es un dicho antiguo que hasta ahora ha sido bien aceptado por la sociedad que entiendo el término.

El yo forma parte de la personalidad de cada individuo, mismo que le permite el hecho de establecer cuáles son sus necesidades y prioridades según dichas necesidades. Sin embargo, es importante establecer el hecho de que demasiado ego se vuelve un exceso de autoestima, lo cual va aumentando con la edad.

Hablando de cómo puede afectar de forma negativa la vida de las personas, decimos que el ego es un arma de doble filo que siempre que no se utilice de la forma correcta, acaba en una diversidad de consecuencias que acaban por afectar tanto al individuo, como a un grupo de personas que se mantengan cerca, y es que una vez que ese yo interno tome las riendas de tu vida, te hará ver las cosas desde su propio punto de vista, tomando en cuenta sus propias necesidades y motivaciones, haciendo a un lado las del mundo exterior, lo cual acaba en el final de las relaciones afectivas que puedas tener. En esto se incluyen las relaciones de parejas, las amistades, el trabajo y cualquier otro tipo de relación que tengas actualmente.

¿Cómo aparece ese yo interior?

Al ser algo que viene del interior de cada persona, tiene un trasfondo que no es del todo difícil de adivinar, y es que el yo es algo que surge gracias a la percepción que otra persona tenga sobre el individuo, siendo este, en la gran mayoría de las ocasiones, el padre principal. Es decir, es la madre quien cumple esta función, ya que las mismas son el espejo de cada bebé desde su nacimiento y a medida que va creciendo, por lo que el modo en el que su madre lo vea, le iré quedando grabado en su mente y esto se irá transformando en el ego.

Debido a esto, es de suma importancia que las madres tengan mucho cuidado por el trato que le infunden a los niños, ya que el exceso de deseo acaba formando una personalidad narcisista, lo cual podría acabar en un problema psicológico grave que afectaría de forma directa la vida de ese adulto que una vez fue un niño. El daño comienza cuando el infante se comienza a crear películas en su cabeza en donde siente deseos sólo por él mismo, infundiendo una coraza de egocentrismo y autosuficiencia que le impide avanzar y apreciar a detalle los rasgos y cualidades de otras personas.

Lo que ocurre, en sí, con las personas narcisistas, es que llega un punto en el cual pierden la verdadera proporción de lo que respecta a su yo verdadero, lo cual acaba en que el mismo pase a ser la magnificencia de su propia actividad psíquica.

La importancia del yo

El hecho de tener un yo interior es importante, ya que el mismo refleja todo eso que debe constituirte, lo cual nos da la visión de que contamos con cualidades, pensamientos y capacidades que nos diferencian de otros seres vivos, y es que nosotros somos sociales en todo momento. Sin embargo, el problema e que esto se salga de control.

Vivir sin tu yo, sin tu ego, es bastante malo, ya que a pesar de que no lo notes, esta es la mejor definición de sentido de identidad de cada uno de nosotros, y es aquello que nos facilita el hecho de idear, llevar a cabo experiencias y tener una percepción única del mundo.

¿Existen varios tipos de yo?

El ego está constituido por diferentes yoes, por lo que se dice entonces que existen diversos tipos de yo, en donde es importante que cada individuo analice cuál es aquel que predomina en su vida y trabajar cada día en él para que esto sea un aporte positivo en su vida.

A continuación les nombramos los tipos de yo que existen para que luego hagan una introspección que les permita analizar cuál de ellos es aquel que se encuentra atrapado en tu mente y mejorarlo.

Yo sabelotodo

Así como su nombre nos lo indica, este es el tipo de ego que busca siempre tener la razón, e incluso si no la tiene, cree tenerla, por lo que se cree completamente suficiente para otorgar sus ideas, consejos e imponer un modo de pensar que cree el correcto por el simple hecho de que así lo ve él mismo. Además, suele responder a cada cosa que se pregunte, incluso si la interrogativa no va directamente hacia él, e incluso si no se sabe la respuesta, ya que para él, todo lo que pueda decir será correcto. Hacer silencio es más que un castigo para este tipo de yo.

Yo insaciable

Este es el tipo de ego que te hace querer ser el centro de atención en todo momento, incluso si no tiene nada con qué llamar la atención, por lo que inventa cualquier tipo de detalle o situación que le haga ser la primicia del momento. Pasar desapercibido no forma parte de sus gustos, por lo que desecha la idea rápidamente.

Yo interruptor

Así como su nombre nos lo da a entender, este es el tipo de ego que permite que el individuo interrumpa a cualquier persona que esté hablando, por lo que se les sale de las manos el hecho de no interferir cuando otro tiene el derecho de la palabra. Sienten una necesidad casi impresionante de autorreferencia que acaba siendo molesta e irritante.

Yo envidioso

Así como seguro se están imaginando, este es el tipo de ego que siente envidia por la vida de otras personas, sobretodo de aquellas que cuentan con triunfos, metas, logros y cualquier tipo de situación que le haga sentir alegría. Esto acaba en una personalidad irritante que denigra y degrada a cualquier persona que sea mejor que él mismo, incluso si esto sólo ocurre en su mente, ya que cada persona tiene sus propias metas en la vida.

Yo prestigioso

Este, sin embargo, es aquel que siempre está esperando aplausos, palabras de orgullo, afecto excesivo, palabras de aliento aunque crean no necesitarlas y cualquier otro tipo de encanto y admiración, en cualquier tipo de actividad o situación en la cual se encuentre, incluso si no se lo merece realmente. Ser el número uno es todo lo que tiene en su mente y en vez de aconsejar a los demás, tan sólo es capaz de ofrecer palabras dolorosas como “te lo dije”.

Yo jinete

Tan extraño como puedas ver que suena, este es el tipo de ego que busca estar encima de cualquier otra persona, aplastando sus logros y haciéndose cargo de la información de las demás personas para su propio beneficio. Es decir, toma las ideas como si fuesen de su autoría, buscando el crédito sólo para él. Suele ser aquel que se copia de todos para ser el único al que reconozcan.

Yo sordo

Llegamos a ese ego que no escucha absolutamente nada de lo que otros dicen, por lo que buscan escuchar tan sólo su propia voz, llegado a tener conversaciones profundas con él mismo tan sólo para oírse darse la razón en situaciones en donde, la mayoría de las veces, no la tiene. A pesar de que parece oír a los demás, en realidad tan sólo finge, ya que no cree que los demás tengan nada excelente para decir.

Yo manipulador

La manipulación no es una cualidad, pero sí una ventaja con la que muchos egos cuentan, acabando por distorsionar cualquier información a su antojo. Es decir, este yo es astuto, rápido y encuentra el modo de arreglar situaciones, palabras y hasta pensamientos para su propio beneficio. Además, es inteligente, ya que miente muy bien y busca justificaciones creíbles a situaciones que no las tienen realmente. Buscan tener las cartas a su favor en todo momento.

Yo orgulloso

Este tipo de yo es bastante competitivo y se encierra en él mismo cuando cree haber perdido. Además, gusta de discutir situaciones en las cuales cree tener la razón, y a pesar de no tenerla, sigue discutiendo sólo para no dar su brazo a torcer. Y es que son tercos y tienen una mal aceptación una vez que pierden de forma irremediable.

Yo silencioso

También conocido como el ego premental, este es aquel yo que se mantiene siempre en silencio y se crea una película en la mente según una situación. Es decir, mantiene un discurso paralelo en su interior y es sumamente hipócrita para con los demás, por lo que puede su boca decir algo mientras que en su mente es todo lo contrario.

Entonces, ¿cuál yo es el que está en tu interior?

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